ías después que Mirgor planteara la no renovación de contratos a parte de su personal y casi en simultáneo a que comenzar a circular información que deba cuenta de la posibilidad cierta que algunas empresas electrónicas no pagarán la totalidad de los haberes a sus empleados, desde la Asociación de Fábricas Argentinas Terminales de Electrónica se emitió un comunicado alertando sobre la crítica situación que la industria electrónica está viviendo.
“Sin ventas y con obligaciones de pagos, la industria electrónica de Tierra del Fuego se encuentra en una situación límite, con pocas posibilidades de sobrellevar esta crisis”, aseguran los industriales.
La cámara empresaria que nuclea a BGH, Brighstar, Fapesa, Newsan, Mirgor, Midea-Carrier, Radio Victoria, Solnik, Digital Fuegina y Electro Fueguina, y bajo el título “grave crisis en la industria electrónica por el efecto COVID-19” se precisa que la “pandemia de coronavirus que atraviesa el mundo está generando una gran crisis económica global” y que “esta coyuntura encontró a la industria electrónica argentina en una situación de fragilidad que agrava fuertemente el escenario actual y futuro para las empresas y para toda la cadena de valor”.
En el escrito se sostiene que producto de las medidas adoptadas durante la gestión presidencial de Mauricio Macri, que afectaron directamente al sector, y al proceso de recesión económica generalizada que marcó la parte final de aquella gestión “en el sector de electrónica de consumo, que fabricamos en nuestra Provincia de Tierra del Fuego, hace veinte meses que los indicadores de ventas y producción están en caída”, y que ello a que el 2019 cerrara “con los niveles de prod1ucción más bajos de la última década” y que las fábricas tengan en la actualidad “un 57% de capacidad ociosa promedio”.
Se señala que a ese complicado escenario se suma ahora el parate generalizado en las plantas, producto de la medida sanitaria de aislamiento obligatorio para ralentizar la propagación del virus COVID-19, que rige en la provincia desde el 16 de marzo y en el resto desde el país desde el 20 del mes pasado, que ha generado que “desde hace ya 19 días las empresas de la industria electrónica no produzcan y no facturen”, con el agravante de que “aún no existe una fecha cierta para reiniciar la actividad, más allá del límite al asilamiento actualmente establecido por el Gobierno Nacional” que se extiende hasta el domingo 12 de abril, momento en el que se estima el Gobierno habilitará el reinicio de actividades en algunos sectores hasta ahora alcanzados por la cuarentena.
En el documento se plantea, además, que “las medidas paliativas que fueron anunciadas por el gobierno, especialmente para las empresas de la cantidad de personal de las nuestras, son de compleja implementación, pudiendo llegar a tener efectos, en el mejor de los casos, en el mediano o largo plazo” lo que haría que “frente a la urgencia su efectividad es relativa”, por lo que “sin ventas y con obligaciones de pagos, la industria electrónica de Tierra del Fuego se encuentra en una situación límite, con pocas posibilidades de sobrellevar esta crisis”.
Los industriales precisan que para morigerar en algo la realidad que vive el sector, están “realizando gestiones frente a las autoridades para que, en la medida de lo posible y siempre privilegiando la salud de la población, se pueda reanudar al menos parcialmente la fabricación de productos esenciales para el hogar” y que en ese marco ya están “trabajando en el desarrollo de un protocolo de higiene y prevención para cuidar la salud de nuestros colaboradores y por ende de todos los fueguinos cuando sea posible retornar a la actividad”.
De todas maneras, afirman que “estas iniciativas, por si solas no alcanzan” y que por “desde hace ya varias semanas estamos en constante evaluación de la situación general y en conversaciones con autoridades y los representantes de los trabajadores para analizar en conjunto posibles soluciones que viabilicen la continuidad de las empresas y con ella la del empleo”.
Consideran que por ello resulta “fundamental que todos asumamos el compromiso que nos toca y que los representantes de cada sector estén a la altura de las circunstancias para lograr atravesar este durísimo desafío”. Tal vez anticipando la estrategia a seguir, recuerdan que ante “las circunstancias críticas de 2017” las empresas, los gremios y el gobierno implementaron el “Acuerdo por la Productividad y el Empleo” que posibilitó el congelamiento de salarios por dos años y el mantenimiento de los puestos de trabajo.
Para finalizar, indican que “confiamos en poder consensuar alternativas que puedan mitigar los efectos negativos de esta coyuntura y, cuando finalmente llegue el momento, poner en marcha nuevamente las fábricas”.
