ntre la inmensa paleta de paisajes que ofrece Ushuaia, no sólo a quién nos visita sino que hacen al deleite de todos nosotros, cada tanto aparecen estas extraordinarias postales. En este caso en el Río Pipo en su cauce por el medio de la ciudad. Huelga decir que en situaciones como esta, nada tiene que ver la naturaleza y que todo es obra de la más irresponsable obra humana.