uego del fallecimiento de una niña de cuatro años en la localidad de Tolhuin, que generó encendidos reclamos de los vecinos y renuncias en el personal médico, la ministra de Salud provincial, Judith Di Giglio, se reunió con la familia de la pequeña y con la médica que la atendió en el sanatorio CEMEP de la ciudad de Río Grande.
“Explicamos la situación particular de la niña y el diagnóstico definitivo a los papás ya se les comunicó” señaló la funcionaria, quien recordó una situación similar ocurrida con un paciente de Ushuaia: “Son situaciones de cuadros complejos, independientemente de la situación particular de la atención de la niña en Tolhuin, que fue atendida por dos profesionales que no eran de Tolhuin, que evaluaron clínicamente a la niña”.
Por otro lado, con respecto a los reclamos de los vecinos, explicó que “son dos cosas diferentes”, los relacionados con la falta de disponibilidad de turnos para control de patologías crónicas, por ejemplo, o niños sanos, “situaciones que no se atienden en guardia sino en consultorio, con turno asignado”. Y por otro lado, diferentes reclamos particulares del funcionamiento del propio centro asistencial y la disponibilidad de profesionales.
Informó asimismo que Tolhuin cuenta con guardia médica, con la posibilidad de diagnosticar y realizar estudios de laboratorio o imagen. Pero cuando un paciente requiere internación se lo deriva en la mayoría de los casos a la ciudad de Río Grande, y en ocasiones, a Ushuaia, tanto niños como adultos.
En cuanto a especialidades, entre las que mencionó traumatología, diabetología, infectología y psiquiatría, “a través de la provincialización de profesionales, los especialistas van a Tolhuin a realizar controles o consultas”.
Consultada sobre la necesidad de contar con un hospital en Tolhuin, la ministra indicó que esta decisión se deriva de “una planificación en base a indicadores y datos poblacionales. Hoy, con el avance de la medicina, se tiende a regionalizar cada vez más los hospitales de alta complejidad. Sucede en todo el país y el mundo. Por optimización de recursos humanos, económicos y sobre todo, por la casuística”.
En relación con las terapias intensivas infantiles, existentes en Río Grande y Ushuaia, refirió que los médicos y la guardia activa “son profesionales itinerantes de Buenos Aires. Este sistema es así en todo el país, excepto en ciudades grandes y hospitales de niños. En niños, no es frecuente que requieran cuidados críticos, entonces los terapistas infantiles del Garrahan, por ejemplo, van a todo el país, están 15 días en una ciudad y luego van a un hospital de derivación. Igual en Neonatología”.
En definitiva, Di Giglio afirmó que “la complejidad tiende a regionalizarse. Tenemos que garantizar que un paciente que requiere una atención de emergencia, como accidente cerebro vascular o infarto, pueda ser trasladado y recibir su tratamiento oportuno. Igual en atención perinatal”.
