na especialista del Centro Austral de Investigaciones Científicas (CADIC-CONICET) de Ushuaia abordó con atención la reciente aparición de un solitario pingüino magallánico en la costa del canal Beagle, generando un llamado a la conciencia ambiental y la necesidad de tomar precauciones en la interacción con la fauna nativa.
Sabrina Harris, bióloga del CADIC-CONICET, compartió sus observaciones sobre este inusual avistamiento y subrayó la importancia de comprender las necesidades y comportamientos de la vida silvestre en entornos costeros.
Harris explicó que la presencia de este pingüino en la costa podría indicar un problema de salud o fatiga, requiriendo especial atención y precaución por parte de la comunidad.
"Estamos en un lugar que tiene mucha interacción con la fauna silvestre, aves y mamíferos marinos, durante todo el año", señaló, primeramente, destacando la relevancia de respetar el hábitat natural de estas especies y evitar perturbaciones innecesarias.
Harris detalló que, en este período del año, los pingüinos magallánicos se dispersan en busca de lugares adecuados para pasar el invierno, permaneciendo en el mar entre marzo y septiembre. "Que salgan a la costa ya es un indicativo de que está cansado, enfermo, o le pasa algo, con lo cual uno tiene que tener más precaución de no interactuar con la fauna", advirtió la bióloga.
El ejemplar avistado fue descrito como un juvenil de pingüino magallánico, aún en su primer año de dispersión invernal. Harris explicó que estos individuos tardan entre 3 y 4 años en comenzar a reproducirse, durante los cuales aprenden a alimentarse en el mar y a ubicar los lugares de carnada.
"Es más común que se vean individuos jóvenes, que son los que todavía no tienen la experiencia como para estar en el mar todo el tiempo. Es un individuo que salió a la costa y pareciera estar descansando, básicamente", agregó.
Ante la presencia de este ejemplar, se activa un protocolo a través de Defensa Civil para evaluar la situación y tomar medidas necesarias. Harris enfatizó la importancia de mantener una distancia segura y evitar la interacción directa con el pingüino, especialmente para evitar posibles conflictos con mascotas sueltas en la zona.
Por otra parte, alertó sobre una pandemia de influenza aviar de alta patogenicidad que afecta a aves y mamíferos marinos en todo el mundo, lo que podría representar un riesgo adicional para la fauna local. "Uno tendría que tener más precauciones cuando se ven más de un individuo, o cuando al individuo se lo ve mal", señaló la bióloga.
En conclusión, la aparición de este pingüino en la costa del Beagle sirve como recordatorio de la importancia de preservar y proteger la vida silvestre en entornos costeros, tomando precauciones y promoviendo una convivencia armoniosa entre humanos y animales.
