l gobernador de Tierra del Fuego, Gustavo Melella, encabezó este miércoles la apertura del II Congreso Patagónico de Prácticas Restaurativas y Justicia Penal Juvenil que se realiza en Ushuaia. Estuvo acompañado de la ministra de Bienestar Ciudadano y Justicia, Adriana Chapperón y de los Jueces del Superior Tribunal de Justicia María del Carmen Battaini y Javier Muchnik.
Participaron también ministras y ministros del Poder Ejecutivo; secretarios y subsecretarios del Gobierno Provincial; legisladores; autoridades de otras provincias patagónicas; de diversas dependencias del Poder Judicial, expertos del ámbito académico, panelistas y disertantes, representantes de organizaciones vinculadas a la temática, autoridades universitarias y autoridades de la Policía Provincial.
En su discurso, Melella sostuvo que “pensaba en cuántas cuestiones sociales rotas tenemos. Y pienso en estos días en los que tanto que se habla de los pibes, de bajar la edad para ser imputados y esas cuestiones. Cuán rota está la historia, los vínculos, el espíritu de ese pibe o de esa piba. Entonces tenemos una gran tarea que es la de reconstruir socialmente y ahí tenemos que estar todos juntos”.
“También tenemos que repensarnos todos los días en los servicios que damos desde el Gobierno, desde la Justicia o desde el lugar que nos toca. Tenemos que abrir bien grande la cabeza y animarnos a innovar, a transformar, tener la decisión política de repensarnos, de ver qué estamos haciendo y qué más podemos hacer”, agregó.
En ese sentido, el mandatario expresó que “ojalá que este congreso sirva para repensarnos desde la Justicia, desde el Estado. Escuchar más, romper los prejuicios que podemos tener. Que cuando termine este encuentro seamos conscientes de que venimos muy golpeados. Y si nos golpea la pobreza, nos golpea la desocupación, eso termina en un quebranto social que hay que evitar y trabajar por recomponer”.
Por su parte, la Ministra de Bienestar Ciudadano y Justicia de la Provincia, Adriana Chapperón indicó que “después de la pandemia, en cada uno de los Consejos Federales de Justicia, nos reuníamos los ministros y las ministras preocupados por el crecimiento de los conflictos sociales, y luego del primer congreso que se realizó en Río Negro vimos que era sumamente importante contar con la participación del Poder Judicial”.
“La escalada de conflictos sociales nos obliga a pensar desde el Estado cuáles con las alternativas para abordar estos temas. En una sociedad que hoy reclama casi en su totalidad justicia y que va de la mano de leyes cada vez más punitivas, es el momento de repensarnos y repensar que hay otras posibilidades. El castigo al culpable de algún delito de alguna manera resarce a la sociedad y retoma la credibilidad en la justicia pero no nos podemos olvidar de cómo queda la víctima en el proceso judicial tradicional donde, muchas veces, es un mero testigo de una situación que la ha tenido como actor principal”, aseguró.
La funcionaria también dijo que “las prácticas restaurativas nos llevan justamente a tener en cuenta que es lo que ha pasado, cuál es el daño que se ha producido y cómo el responsable de cometer el delito puede asumir la responsabilidad y resarcir a la víctima. El Sistema Penal Argentino es heterogéneo y cada jurisdicción aplica la justicia con una metodología distinta y esto hace a veces que sea muy difícil llevar la práctica por procesos. Por eso es tan importante este espacio, para intercambiar saberes de cada lugar con disertantes de todo el país, sumado a la presencia del sociólogo diplomado en Derecho Enrique Arnanz Villalta que nos trae su experiencia desde España para compartir cómo ellos han puesto en práctica esta nueva mirada de la justicia”.
Reconstruir los lazos en la comunidad
Por su parte el juez Javier Darío Muchnik, expresó que “hace algunos años empezó a vislumbrarse en el ámbito del proceso penal a la víctima, la gran olvidada en la expropiación del conflicto por parte del Estado. Es cierto que mucho se ha avanzado, pero seguimos tratándola como una persona distinta y ajena al conflicto que se intenta resolver”.
“Debemos comenzar a reconstruir los lazos en la comunidad y me parece muy auspicioso que desde esta provincia trabajemos en esos procesos. La práctica restaurativa, que busca recuperar el vínculo dañado por el conflicto, tiene que poder ejemplificar con una mirada pacificadora para que el ciudadano que llegó a ese conflicto, tenga esperanza y expectativa de poder volver a vivir es sociedad”, remarcó.
Colaboración, construcción y restauración
La jueza del STJ, Dra. María del Carmen Battaini, expuso que “estamos reunidos por un tema del que realmente nos tenemos que ocupar, no solamente desde la Justicia, sino desde la sociedad, desde los tres poderes del Estado. Somos muchos los que pensamos en una Justicia diferente, en una justicia restaurativa, con prácticas restaurativas e incluso, espacios anteriores a la justicia para evitar que los casos lleguen a judicializarse”.
“Hay mucho por hacer y frente a eso hay tres palabras mágicas: colaboración, construcción y restauración. La gente quiere ser escuchada, ser atendida y sentirse contenida. Atender realmente con mecanismos de prevención que van más allá de los espacios jurisdiccionales, por ejemplo, desde el ámbito de la educación. Hay que dar grandes cambios culturales en pequeños pasos”, concluyó.