n las calles de Ushuaia, los autos sin patente se convierten en héroes del anonimato, deslizándose como fantasmas sobre el asfalto.
Con la audacia de pilotos rebeldes, desafían las leyes del tráfico y el sentido común en picadas que despiertan la envidia de los conductores convencionales.
Mientras tanto, las normas municipales parecen ser solo un adorno paisajístico, dejando que estos vehículos sin identidad pinten la ciudad con su imprudencia. ¡Una carrera hacia la anarquía sobre ruedas que clama por un control!