laro que entre los múltiples bolonquis que atraviesan nuestra cotidianidad este quizá resulte un tanto lejano, pero no por ello se nos ocurre que sea tan lejano. Si bien es cierto que nuestros amigos los guanacos (nos referimos a los del reino animal obviamente) son originarios, y que su existencia estuvo severamente comprometida, hoy la especie afortunadamente está a resguardo. Este es precisamente el punto. La naturaleza incluye todo, exceptuando las rutas, los vehículos y desde ya los conductores. La fauna ya ha demostrado acabadamente su capacidad de adaptación, no será hora de ir pensando en modificar nuestra conducta para ser verdaderamente compatibles con el entorno. Todo un tema para comenzar a abordar con la seriedad que requiere, en beneficio y por la seguridad de todos.
