icen que cuando cae la noche sobre los tribunales provinciales, una figura encapuchada recorre los pasillos con una pluma negra y el expediente que paralizó las elecciones sin plazo bajo el brazo. Se trata de ¨Quien tú sabes¨ . No firma, no habla, no aparece en actas. Pero todos saben que está.
Es el que habla al oído de quienes obstruyen el normal desarrollo de una causa judicial que ya tendría estar resuelta hacía alguna definición. Pero, su figura es quien digita los hilos, quien manipula escritos clave, el que atemoriza a quienes pretenden no acatar sus órdenes para que nunca se dicte sentencia.
La causa que debe resolver la legalidad de las elecciones de 2024 duerme en su altar de polvo y miedo. Algunos dicen que si la tocás, sentís frío.
Otros, que escucharon su risa detrás de un fallo inexplicablemente extraviado.
Como en la saga de Harry Potter, nadie se atreve a nombrarlo en voz alta. Porque al ¨Señor Oscuro ¨ no se lo invoca… aparece solo, cuando la democracia tiembla, y la justicia se disfraza de silencio y oscuridad.