l Gobierno de Tierra del Fuego cerró la primera edición del Programa de Buenas Prácticas para la Reducción de Pérdidas y Desperdicio de Alimentos (PDA), una iniciativa que buscó acompañar a las PyMEs agroalimentarias de la provincia en la implementación de mejoras concretas en sus procesos de producción, almacenamiento y distribución.
El programa se extendió durante seis meses y reunió a empresas locales que producen y trabajan con alimentos. A lo largo de ese período se llevaron adelante tres capacitaciones abiertas y un proceso de asistencia técnica personalizada a cargo de la consultora Vesicabiz. En el encuentro de cierre, las empresas participantes compartieron sus experiencias y presentaron los resultados alcanzados, en un espacio de intercambio que también permitió generar nuevos vínculos interinstitucionales.
Las compañías que formaron parte de esta primera experiencia fueron Ahumadero Ushuaia, Laguna Negra, Atama Alimentos, Delver Agents, CFT Crustáceos TDF SA y Cap Polonio, que asumieron el compromiso de incorporar herramientas y tecnologías para reducir pérdidas y desperdicios, con el fin de fortalecer su competitividad y contribuir a la sustentabilidad del sector.
Durante el balance, la ministra de Producción y Ambiente, Karina Fernández, destacó que “estos programas son una muestra concreta de cómo el Estado provincial acompaña a nuestras PyMEs con políticas públicas que promueven el desarrollo productivo y la sostenibilidad. Apostamos a una provincia que crece con innovación, con desarrollo y con una mirada estratégica sobre el valor de nuestros recursos”.
Por su parte, la secretaria de Desarrollo Productivo y PyME, Carolina Hernández, remarcó que el proceso fue enriquecedor para firmas con distinta trayectoria: “El desarrollo del programa fue muy interesante beneficiando tanto a empresas con más de 35 años de historia como a otras de reciente creación. Cada una pudo hacerse de nuevas herramientas que les permitieron tomar decisiones para mejorar su productividad. Además, revisar procesos, modificar tecnologías e incorporar otras derivó en acciones que generaron reducción de desperdicios, que es el principal objeto del proyecto”.
El cierre del programa también dejó como resultado la integración de criterios internacionales, ya que la experiencia estuvo alineada con la Guía para PyMEs Agroalimentarias Sostenibles y con los estándares de la norma FSSC 22000 (esquema de certificación internacional para sistemas de gestión de seguridad alimentaria, basado en las normas ISO y complementado con especificaciones técnicas y requisitos adicionales), lo que permitió impulsar prácticas innovadoras y responsables en la producción de alimentos.
La iniciativa contó con el financiamiento del Consejo Federal de Inversiones (CFI) y marcó un primer paso en la construcción de una política sostenida de acompañamiento a las PyMEs agroalimentarias de Tierra del Fuego.
De esta manera, la provincia consolida un modelo de gestión que combina producción local, innovación tecnológica y sostenibilidad, al tiempo que promueve la generación de empleo, impulsa la competitividad y fortalece la identidad del sector productivo fueguino.