l rompehielos británico RRS Sir David Attenborough, operado por British Antarctic Survey, navega por aguas jurisdiccionales argentinas tras zarpar desde Montevideo y con destino al territorio antártico británico. El buque porta la bandera de las Islas Malvinas —enseña que la Argentina no reconoce—, lo que genera objeciones respecto de la legalidad de su tránsito en la Zona Económica Exclusiva (ZEE) del país.
Medios especializados indican que la ruta del rompehielos incluye un paso por el estrecho de Le Maire, entre la Isla de los Estados y la Isla Grande de Tierra del Fuego, y sigue hacia el Estrecho de Magallanes con parada en Punta Arenas antes de avanzar hacia las campañas antárticas del Reino Unido.
La presencia de este tipo de buques británicos en aguas argentinas se inscribe en una estrategia logística que combina investigación polar, abastecimiento antártico y proyección naval en regiones donde Argentina mantiene reclamos de soberanía sobre las Islas Malvinas y su entorno marítimo. Especialistas sostienen que la normalización de estas rutas consolida una capacidad de presencia que dificulta el control argentino sobre la ZEE y el ejercicio efectivo de derechos soberanos.
Frente a este escenario, autoridades locales y ámbitos de defensa plantean la necesidad de reforzar los sistemas de monitoreo marítimo, establecer protocolos claros de autorización para el paso de buques extranjeros y articular decisiones diplomáticas que visibilicen la implicancia estratégica del Atlántico Sur en la política de Estado. En este contexto, el tránsito del rompehielos británico vuelve a poner de relieve que la cuestión de soberanía argentina en el Atlántico Sur trasciende las declaraciones y se juega también en hechos concretos de presencia marítima.
