Reserva Natural Alarkén: un modelo de gestión del bosque sostenible
Avance desordenado vs Planes de Manejo

Reserva Natural Alarkén: un modelo de gestión del bosque sostenible

Mientras en distintos puntos de Ushuaia los bosques nativos sufren impactos crecientes por desarrollos no sostenbiles, urbanizaciones con carencias de planificación, el Cerro Alarkén y su Reserva Natural se consolidan como un caso sólido de manejo ambiental responsable. En contraste, obras como las desarrolladas en el Centro Invernal Martial generan preocupación sobre la cuenca del Arroyo Buena Esperanza, evidenciando la urgencia de proteger el bosque con criterios técnicos.
26/11/2025
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shuaia crece de manera acelerada y, muchas veces, sin el respaldo de una planificación ambiental capaz de equilibrar desarrollo y conservación. En este escenario, el Cerro Alarkén y su Reserva Natural se destacan como una excepción y un faro posible. Este sector de más de un centenar de hectáreas cuenta con un Plan de Manejo integral, elaborado por la Fundación Vida Silvestre Argentina, que ordena el uso público y protege el bosque nativo que caracteriza a la zona. Un caso similar de planificación y ejecución a través de un Plan de Manejo es la Reserva Urbana Bahía Encerrada.

A diferencia de otros bosques del ejido urbano —expuestos a la degradación, al avance inmobiliario, a talas históricas y a la carencia de gestión sobre estos sectores— la Reserva Natural del Cerro Alarkén posee una zonificación precisa que define áreas de conservación estricta, zonas de uso controlado y sectores de restauración ecológica. Esta estructura técnica permite proteger ambientes de alta fragilidad, como laderas inestables, nacientes de arroyos y sectores de bosque maduro que cumplen funciones ecológicas esenciales.

El valor del bosque nativo fueguino es central en este enfoque. Conformado principalmente por lengas y guindos, este ecosistema regula el ciclo hídrico, estabiliza suelos, captura carbono y sostiene una biodiversidad única, que incluye especies vegetales como calafate, parrilla, orquídeas terrestres y hongos como el pan de indio. De esta forma, la Reserva Natural se posiciona así como un sector urbano estratégico, accesible a la comunidad y con un enorme potencial educativo.

Sin embargo, esta situación contrasta abiertamente con lo que sucede en otros sectores de la ciudad. La zona donde se desarrolla la obra del Centro Invernal Martial evidencia un proceso de intervención sin planificación ambiental adecuada. Allí, el movimiento de suelos, la alteración de pendientes, la intensa desforestación y la apertura de nuevas trazas estarían generando un impacto ambiental intenso, con efectos visibles sobre la cuenca del Arroyo Buena Esperanza. Vecinos y especialistas ya alertan sobre su relación sobre las últimas crecidas repentinas, la erosión acelerada y desestabilización de taludes, problemas que podrían haberse prevenido si existiera un instrumento de manejo del sector como en los sectores que existen planes de manejo activos.

El contraste se evidencia con el Plan de Manejo del Cerro Alarkén identifica como amenazas críticas los incendios reiterados, la tala histórica, la erosión, el ganado equino intruso y la urbanización descontrolada. Por eso, su aplicación no solo conserva lo existente, sino que impulsa la restauración de sectores degradados, demostrando que es posible revertir décadas de deterioro cuando se actúa con criterios técnicos.

Por esto mismo, herramientas como los Planes de Manejo de las reservas urbanas Bahía Encerrada y del Cerro Alarkén ofrecen instancias excepcionales para la educación y formación ambiental.

Desde otro punto de vista, los senderos dentro del bosque nativo de la Reserva Alarkén, miradores y diversidad de flora permiten que turistas, vecinos y estudiantes comprendan el valor de la biodiversidad de Ushuaia. Esta forma de uso público contrasta con el deterioro creciente en bosques comunales que, aunque reconocidos por normativas, carecen de herramientas de manejo real.

La Fundación Vida Silvestre propuso oportunamente, además, que la experiencia del Cerro Alarkén se amplíe: vincular la Reserva con áreas naturales vecinas para conformar un corredor ecológico continuo, que aumente la resiliencia de la ciudad frente al cambio climático y reduzca la presión sobre el Parque Nacional Tierra del Fuego.

Plan de manejo del bosque comunal

En un momento donde se debate el futuro urbano de Ushuaia, el Cerro Alarkén y su Reserva Natural, al igual que los trabajos sobre Bahía Encerrada y la Reserva en el Barrio Ecológico demuestran que la conservación del bosque nativo no es una barrera al desarrollo, sino una condición indispensable para garantizar bienestar y sustentabilidad. Mientras, la obra del Centro Invernal Martial exhibe los riesgos de intervenir sin planificación ni controles adecuados, esta reserva urbana confirma que cuidar el bosque hoy es asegurar la calidad de vida del mañana.

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