uillermo López Barrios, responsable de la fundación Terpenos del Sur, confirmó el asalto y la destrucción del predio donde cultivaban cannabis medicinal en Río Grande. “Lamentablemente el viernes por la tarde 18.40 ingresaron, por lo que se pudo percatar en las filmaciones, dos individuos”, detalló en el programa Zoom a Diario, por FM Ushuaia.
Los intrusos causaron graves destrozos, según relató: “Violentaron puertas, al llegar a la zona donde está el cultivo, se encontraron con dos de nuestros perros, a los cuales golpearon con una barreta. Gracias a Dios no tengo que lamentar que me los hayan matado. Dejaron un cuchillo de más de 40 centímetros, barreta, sierra, fueron con toda la animosidad. Terrible”.
López Barrios enfatizó que los más perjudicados claramente son los pacientes. “A los que más perjudican son a estos 360 pacientes y más de 200 mascotas”, afirmó.
Informó que la magnitud de la pérdida es considerable: “Se perdió prácticamente un año, porque destruyeron todo el suelo vivo, se perdió material genético”, explicó.
Aclaró que el objetivo del ataque fue el robo, atribuyéndolo a lo que “en la jerga lo llaman cogolleros”. Asimismo, advirtió sobre los riesgos para quienes consuman el material sustraído: “Muchas de esas plantas cayeron en manos indebidas, así que si las entregaron en la calle, va a haber gente que va a consumir CBD, que se lo denomina bifásico porque en pequeñas cantidades puede sacarte náuseas, pero en cantidades muy elevadas te puede llegar a generar vómitos”.
Respecto a la investigación, señaló que “la policía hizo un trabajo impecable, los llamamos, en menos de cinco minutos estuvieron, llegaron los peritos, empezaron a hacer todas las averiguaciones”.
No obstante, mostró preocupación por la demora en el ámbito judicial: “Lamentablemente para el domingo ya tenían casi todo listo y tuvimos que esperar a que la jueza empiece a librar las órdenes. A mí no me dan garantías de que esta gente así como entró, salió”.
López Barrios subrayó que el hecho trasciende lo personal: “No me perjudicaron a mí sino que perjudicaron a niños, a adultos mayores, a un montón de personas”, expresó consternado, y consideró que el ataque es un golpe a la salud pública: “Nosotros tenemos chicos con (síndrome de) Tourette, TDA, personas con Parkinson, Asperger, con distintas discapacidades o distintas enfermedades que necesitan de esta terapéutica”.
Finalmente, López Barrios se refirió a los esfuerzos que se llevan adelante para paliar la situación: “El equipo de la fundación está trabajando para saber el stock que queda de aceites, para transmitirle a los médicos del programa de cannabis de la provincia, más que nada la continuidad de los pacientes que están en tratamiento”. Concluyó enviando un mensaje a los afectados: “Vamos a hacer todo lo que esté a nuestro alcance para no cortar los tratamientos”.
