Día internacional de la capa de ozono
Medio Ambiente

Día internacional de la capa de ozono

16/09/2010
B
ajo el lema “Protección de la capa de ozono: gobernanza y cumplimiento óptimos”, hoy se conmemora el Día Internacional de la Protección de la Capa de Ozono, declarado por la Asamblea General de las Naciones Unidas en el año 1995, en conmemoración de la firma del Protocolo de Montreal, el 16 de septiembre de 1987, donde se estableció la eliminación gradual y obligatoria de las sustancias que afectan al ozono en la estratosfera.
La conmemoración de este día brinda la oportunidad para que se recuerde y se renueven las acciones en relación con la protección de la capa de ozono. La protección de la capa de ozono de la tierra ha sido un reto importante durante los últimos 30 años, que afecta a las esferas del medio ambiente, el comercio, la cooperación y el desarrollo sustentable.
Actualmente se espera que la capa de ozono recupere los niveles anteriores a 1980, recién en el año 2050, gracias a la aplicación con éxito de las restricciones para el uso de sustancias que agotan la capa de ozono.
Esta conmemoración en todo el mundo brinda la oportunidad de centrar la atención y la acción a los niveles mundial, regional y nacional en relación con la protección de la capa de ozono. En el marco del Protocolo, hace tres años los países en desarrollo iniciaron la eliminación gradual obligatoria del consumo y la producción de clorofluorocarbonos. Pero es preciso mantener este impulso y acrecentarlo con el fin de asegurar una recuperación plena de la capa de ozono. La realización de actividades que eleven la conciencia del público y política respecto de estas cuestiones sería útil a todos los países en sus esfuerzos dirigidos a proteger la capa de ozono.
El ozono es un gas que forma parte de la atmósfera en forma natural. Se encuentra en dos regiones de la misma; en la tropósfera, región más cercana a la tierra, donde se halla aproximadamente el 10% de éste y en la estratosfera, a unos 50 kilómetros, que está el 90% restante. Esta zona de la estratosfera se denomina Capa de Ozono.
Este gas es importante porque su función es absorber parte de la radiación ultravioleta del sol, que es biológicamente dañina para la vida, y por ello la importancia de la conservación del ozono estratosférico.
En el 2009, el agujero de Ozono tuvo una extensión media de 21,7 millones de kilómetros cuadrados, y su extensión máxima ocurrió el 17 de septiembre con 24,1 millones de kilómetros cuadrados. Estos datos muestran una disminución de la superficie de aproximadamente 3 millones de km2 con respecto al año anterior. El máximo déficit de Ozono durante el año pasado se obtuvo el 26 de septiembre con un valor mínimo en columna de 94 Unidades Dobson.
El año 2009 se caracterizó por un inicio prematuro en la destrucción de la capa de Ozono, a mediados de agosto, con una extensión máxima similar al de los últimos años, y una recuperación en los niveles de Ozono algo más rápida con respecto al año anterior, mostrando en general un comportamiento similar al valor medio de la última década.
En este 2010, las primeras observaciones muestran una extensión menor que la de los últimos años, aunque el inicio en la destrucción de Ozono varía considerablemente de un año a otro dependiendo de la posición del vórtice polar, que este año es más concéntrico y menos alargado que el año pasado, y de la incidencia sobre este de los primeros rayos solares después del invierno austral.

Mensaje de Ban Ki Moon

El secretario General de la Organización de las Naciones Unidas, Ban Ki Moon, expresó en su mensaje que este año, el Día Internacional de la Preservación de la Capa de Ozono pone de relieve el papel central de la buena gobernanza en la consecución de los objetivos ambientales. En general, los acuerdos ambientales exitosos requieren un marco amplio, metas claras y un enfoque de aplicación gradual. Más tarde, a medida que los gobiernos van adquiriendo confianza, se afirman en sus primeras medidas y establecen objetivos más ambiciosos. El Protocolo de Montreal relativo a las sustancias que agotan la capa de ozono, que el año pasado alcanzó la ratificación universal, es un excelente ejemplo de este proceso.
Recordó que cuando en 1987 se firmó el Protocolo de Montreal, los gobiernos originariamente no habían contemplado la eliminación gradual de ninguna sustancia que agotara la capa de ozono. No obstante, como resultado de un elevado nivel de cumplimiento nacional y mundial, las Partes en el Protocolo de Montreal han recortado la producción y el consumo de esos productos químicos peligrosos en más de un 98%. Además, puesto que los productos químicos que agotan la capa de ozono son también gases de efecto invernadero, el Protocolo desempeña un papel decisivo en la lucha contra el cambio climático. Hasta la fecha ya ha evitado la emisión de gases de efecto invernadero por un volumen equivalente a más de 135.000 millones de toneladas de dióxido de carbono y seguirá desempeñando un papel destacado en ese sentido.
El Protocolo de Montreal no habría podido alcanzar logros tan importantes sin las sólidas estructuras de gobernanza y cumplimiento creadas por las Partes en él, tanto en forma colectiva como individual. El Protocolo se fundamenta en la imparcialidad. A través del principio de “responsabilidad común pero diferenciada”, el tratado establece un período de gracia para los países en desarrollo que son Partes en él, un mecanismo de financiación regulado por una representación equitativa de países en desarrollo y desarrollados, la compensación por el costo de la eliminación gradual de productos químicos que agotan la capa de ozono, la creación de capacidad en las oficinas nacionales competentes en materia de ozono en 147 países en desarrollo, y la difusión de las tecnologías más avanzadas que no dañan la capa de ozono.
Aliento a las Partes en el Protocolo de Montreal a seguir avanzando sobre la base de este modelo y a buscar sinergias que puedan contribuir a resolver otros problemas ambientales, en especial el cambio climático. Usemos los instrumentos de gobernanza contenidos en los tratados vigentes sobre el ozono y el clima para reducir las amenazas ambientales al desarrollo sostenible y el bienestar humano.