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l crucero con bandera de Bahamas y de capitales británicos Seabourn Sojourn dejó el Puerto de Buenos Aires cerca de la medianoche del martes, después de unas 7 horas de bloqueo que generó el Sindicado de Obreros Marítimos Unidos (SOMU), cuando decidió no mover los remolcadores que debían arrastrar el buque desde el Puerto de Buenos Aires hacia aguas abiertas del Río de la Plata, hasta tanto el capitán del crucero y la empresa armadora no renunciaran por escrito hacer escala en Malvinas, las islas argentinas que se encuentran usurpadas desde enero de 1813 por los ingleses.
Y aunque esa renuncia no se produjo, y el navío finalmente fue arrastrado fuera del puerto, ayer se pudo saber que después de estar unas 12 horas en Montevideo, capital de nuestra vecina Uruguay, el crucero desistió de fijar rumbo a Malvinas optando por dirigirse hacia la ciudad patagónica de Puerto Madryn, y continuar su itinerario hacia Punta Arenas y Valparaíso, en Chile.
Por otro lado también se pudo saber que el agente marítimo del crucero Seven Seas confirmó que el buque realizará su temporada en al Atlántico Sur, reemplazando Malvinas por puertos argentinos, para así avenirse a la ley.
Con la cancelación de sus operaciones en Malvinas, tanto del Seven Seas y del Aida Cara, ya son tres los grandes cruceros que dejan de aportar beneficios económicos a las empresas inglesas que sostienen la usurpación de las Islas.

Pablo Destefano dijo que Navalia no tiene dudas de los derechos soberanos de Malvinas Tras la publicación de ayer, donde EDFM reflejó el malestar de los trabajadores del puerto de Buenos Aires, de los miembros de Resistencia Malvinas y de los hombre que comandaron el legendario Grupo Cóndor, quienes calificaron a la operadora local Navalia, encargada de darle asistencia a ese buque de “bastarda” y a su CEO Santiago Díaz Mathe de “agente al servicio de la corona británica”; su Gerente en Ushuaia, Pablo Destéfano declaró en nombre de la empresa, del plantel que conduce en nuestra ciudad y a título personal no tener dudas de los derechos soberanos de Argentina sobre las islas. Y aunque a su juicio existe contradicción entre lo que permite la cancillería y lo que limita a través de lo normado por la Ley Gaucho Rivero y sus similares sancionadas por los parlamentos de la provincia de Buenos Aires y de Chubut, reconoció a título personal estar en contra que los cruceros ingleses operen en Malvinas y que los kelpers utilicen los recurso de la Nación para su beneficio. Destefano declaró que la empresa “está a favor de las leyes argentinas”, y si estas indican que pueden ir van y si no es así no van. “Yo estoy cien por cien a favor de la soberanía Argentina. Cien por ciento, mejor dicho mil por mil y eso es indiscutible” ratificó. Sin embargo cuando se le consultó si a título personal está de acuerdo que los Kelpers utilicen nuestras islas para hacer negocio con el turismo, este manifestó “no estar de acuerdo”.