SOLICITADA

ASOCIACIÓN FUEGUINA DE DOCENTES INVESTIGADORES

06/02/2014
L
os docentes de la UNTDF repudian los ataques destituyentes al Gobierno Nacional
La actual turbulencia de la política y de la democracia argentina, no hace más que demostrar la verdad de una década ganada en la que, por fin, parecieran condensarse irrenunciables anhelos y viejas luchas, las que forman parte de la memoria histórica y patrimonial de las grandes mayorías argentinas. Solo en este contexto es posible comprender la virulenta extorsión de los grupos concentrados de la economía hacia un gobierno decidido a no claudicar en la tarea de transformación emprendida desde 2003. Así mediante el despliegue de múltiples y sincronizadas tácticas desestabilizadoras, asistimos como en otras épocas a una escalada restauradora de privilegios que apoyada en el relato mediático del agotamiento natural del modelo, no hace más que ocultar una guerra de posiciones destinada a vulnerar y finalmente doblegar la gobernabilidad democrática de manera de retomar la dirección política de la economía y la cultura.
En política la oportunidad de "golpear" vale tanto como el "golpe" mismo. Ante una situación institucional que en términos de mayorías legislativas no ha sido todo lo favorable que esperaban estos grupos, el receso legislativo aparece como el mejor momento para la profundización y sincronización de maniobras desestabilizadoras. Estas tuvieron sus primeras manifestaciones en torno a las retenciones agropecuarias y a la Ley de Medios. Estamos frente a la reaparición y profundización de una lucha política que enfrenta a una alianza de grupos económicos concentrados con la conducción política del Estado. Una conducción que consideraba necesario regular determinadas actividades económicas para avanzar en la recuperación del bienestar nacional. De este modo se dio inicio a las políticas públicas más audaces de los de los últimos 50 años las que permitieron reencontrarnos con lo mejor de nuestras tradiciones populares;al desarrollo industrial, a la reconstrucción de un Estado de Bienestar y a la integración y cooperación con América Latina. La reaparición de algunos obstáculos al desarrollo que el Gobierno Nacional intenta trabajosamente remover, reavivó en estos grupos concentrados su poco apego a la gobernabilidad democrática así también la ilusión de agotamiento “natural” del modelo y del gobierno soñando con reeditar la reconquista del poder.
La celebración de treinta años de democracia ininterrumpida, no puede ocultar que en América Latina, la inestabilidad política ha dejado de ser un problema del régimen para pasar a ser una delgada línea en la que se juega ni más ni menos que la gobernabilidad democrática. Frente a escasos márgenes para el sostenimiento de aventuras abiertamente autoritarias, la consolidación democrática de América Latina aún en medio de complejos matices y escenarios, muestra con cierta lógica, que las otrora crisis de régimen, parecieran haber dado paso a frecuentes y recurrentes crisis de gobernabilidad. Estas en muchos casos han sido eficaces para forzar la interrupción legal de mandatos constitucionales,dando lugar a lo que en algún sentido no sin algo de paradoja, podríamos denominar como “democracias destituyentes”. La finalización anticipada del mandato del gobierno de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner se alimenta de deseos íntimos y cotidianamente confesables en algunos casos, como también de conspiraciones más o menos sutiles que se manifiestan en la extorsión agro-exportadora, la especulación económica, la presión cambiaria, la fuga de divisas, la evasión y la elusión fiscal, compaginadas en un relato mediático que no es otra cosa que la manifiesta voluntad de alcanzar la profecía auto-cumplida, haciendo del proyecto de crecimiento con construcción de ciudadanía que el gobierno viene sosteniendo desde 2003, una hipótesis condenada al fracaso. En el éxito de cada una de las medidas económicas con las que el gobierno apuesta a diluir los efectos de una resistida devaluación, se juega la defensa de los logros y el sostenimiento del rumbo de un proyecto en el que la mayoría de los argentinos cuentan. No es la ley de gravedad, la que derriba o sostiene a los gobiernos. Son ni más ni menos que actores que ponen sus deseos, intereses y recursos al servicio de uno u otro resultado. Por tal razón el conflicto en torno a las principales variables y medidas económicas no son el mero reflejo de una discusión técnica y valorativamente neutra, sino un abierto desafío a la supervivencia de un proyecto que ha sido capaz de recuperar la política y de ponerla no sin dificultades, al servicio de un proyecto nacional de desarrollo que sintonice con las exigencias del mundo actual. Es eso en toda su integralidad lo que debemos cuidar.
No cabe duda que la creación de nuevas universidades públicas ha sido y es una estrategia esencial del proyecto nacional de transformación, que se inicia en 2003, para transitar una senda de crecimiento inclusivo cada vez más determinada por la equidad y la calidad en materia de acceso, generación y aplicación de conocimiento. Nuestra Universidad Nacional de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, acaso sea, desde el punto de vista de su anclaje territorial, la muestra más emblemática y representativa de dicho proceso, por lo que como docentes e investigadores de dicha Universidad sentimos la necesidad y la obligación de pensar y expresarnos públicamente.
La Asociación Fueguina de Docentes e Investigadores de la Universidad Nacional de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, quiere explicitar y reafirmar más que nunca, el apoyo y acompañamiento a un proyecto inclusivo de crecimiento que hoy conduce la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, en defensa de la gobernabilidad democrática y de un proyecto nacional y regional de transformación cuya continuidad no puede quedar librada al arbitrio de las corporaciones económicas. Sabemos de las dificultades y escollos que supone gobernar defendiendo la calidad de vida de los argentinos, frente a limitaciones estructurales de nuestra cultura e historia económicas y también a relaciones de fuerza, dinámicas y por tanto no siempre favorables. En ese contexto, no ignoramos los efectos que suelen provocar ciertas decisiones de política macro-económica; pero de la misma manera sabemos que dichos efectos solo podrán mitigarse y neutralizarse apuntalando la capacidad efectiva del Estado para tomar otras medidas complementarias que solo tienen cabida en el marco del afianzamiento de los logros conquistados y de la continuidad de un proyecto de crecimiento para todos los argentinos inserto en el sueño de una Patria Grande.
 
AFUDI INTEGRANTE DE CONADU

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