A 6 años de la desaparición de Sofía Herrera

María Elena Delgado: “Sentimos que la causa se va apagando”

29/09/2014
L
a madre de Sofía Herrera, la niña desaparecida en Tierra del Fuego hace 6 años, afirmó ayer que “la única esperanza” para recuperar a su hija es que “alguien llame y proporcione algún dato cierto sobre su paradero, porque todo lo demás se ha intentado sin ningún tipo de resultado”, afirmó.
María Elena Delgado calificó como “desesperante” que “nadie sepa nada” sobre la menor, aun cuando el último domingo se cumplieron 6 años desde que fue vista por última vez cuando paseaba junto al resto de su familia por el Camping John Goodall, 60 kilómetros al sur de la ciudad fueguina de Río Grande.
“Este aniversario ha sido, una vez más, muy triste y desolador. Sentimos que de a poco la causa se va apagando. Y por eso intentamos por todos los medios que la gente no se olvide”, enfatizó la mujer desde Caleta Olivia, Santa Cruz, donde reside circunstancialmente desde diciembre de 2013.
“Con mi otra hija nos vinimos aquí por un tiempo, pero cuando ella termine el jardín de infantes, a fin de año, regresamos a Río Grande. El año pasado fue muy difícil para todos”, contó Delgado.
Es por eso que el día del aniversario de la desaparición de Sofía hubo dos actos recordatorios: uno en Caleta Olivia con familiares y allegados de María Elena, y el otro con vecinos de Río Grande encabezados por el papá de Sofía, Fabián Herrera, quien caminó hasta el camping para renovar los carteles con la imagen de su hija situados cerca de la Ruta Nacional Nº3.
“Fue un día muy triste para toda la familia, especialmente al recordar todo lo que sucedió. Es increíble cómo ha pasado el tiempo y cómo seguimos sin saber nada. Estamos muy mal pero a Sofía la seguimos buscando. Continuamos difundiendo su rostro en todas las provincias y no vamos a bajar los brazos”, afirmó Delgado.
Fabián Herrera declaró el domingo que a su hija “se la llevó gente con poder, porque de si fueran personas comunes ya la hubiésemos encontrado”.
En cambio su mujer no está tan convencida de ello: “Fabián habla con el corazón, pero en eso pensamos distinto. Yo digo que no hay ningún dato para suponer quién se la llevó ni si tiene o no poder. Mi hija desapareció y jamás se supo más nada. Eso es todo lo que sabemos”, reflexionó la madre de Sofía.

Sin avances

La causa judicial que investiga la desaparición continúa, como desde aquel 28 de septiembre de 2008, a cargo del juez de instrucción Eduardo López, cuya tarea se ha reducido en los últimos años a recibir y chequear los datos que llegan al Juzgado por llamados telefónicos, a veces de gente confundida y otras de voces anónimas.
“Cada vez que tengo ganas hablo con el juez y él me recibe muy atentamente. El año pasado fui muchas veces porque viajé mucho, recorrí varias provincias, y después de cada regreso le llevo al juez el resultado de ese trabajo. Le paso por escrito cada detalle que averiguo”, mencionó María Elena Delgado.
También dijo que si bien hay policías de la provincia abocados a la investigación del caso, no están afectados todo el tiempo, sino que los convocan cuando se produce alguna novedad o información que hace falta corroborar.
Efectivos de otras fuerzas de seguridad nacionales, como la Policía Bonaerense y la Federal, así como de institucionales internacionales, como la Policía de Investigación de Chile y hasta el FBI, enviaron delegaciones para buscar alguna pista que pudiera dar con la menor.
“Pero no hay caso. Nos han dicho que los momentos posteriores al hecho fueron claves, que debieron cerrar un perímetro alrededor del camping. Queda claro que ni la policía local ni nadie en la provincia estaba preparado para enfrentar un caso así”, evaluó Delgado.
En ese sentido, la mujer insiste en que la única chance de reencontrase con su hija “es que alguien se comunique, por teléfono, por las redes sociales o por mail, y nos proporcione alguna información certera, a nosotros o a la Justicia. No hay otra cosa para hacer”, se resignó la mujer.
Los padres de Sofía Herrera analizan cada dato como una forma de esperanza nueva, inclusive el último aportado por una supuesta vidente que sitúa a la pequeña en otro país, y que todavía no ha terminado de corroborarse.
El otro aspecto en el que trabajan los padres es en una segunda actualización del rostro de la niña, que como pasó en el caso anterior, estará a cargo de un fisonomista de la policía que trabajará en conjunto con pediatras para intentar reconstruir los rasgos de la chica en la actualidad, ya con 9 años de edad.
“Ojalá no haga falta ninguna otra actualización. Pero tenemos que hacerla. A medida que transcurre el tiempo van mermando la cantidad de llamados. Y la llama de la causa tiene que seguir viva. No nos vamos a rendir”, enfatizó la mamá de Sofía.