Una fueguina es una “Súper Mamá”
Un Día de la Madre especial

Una fueguina es una “Súper Mamá”

20/10/2014
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arcia Villarroel Barría es una mamá primeriza de 37 años que el domingo pasado vivió un festejo muy especial, en su primer Día de la Madre. Es que ella es una mamá atípica, porque así lo dispuso la naturaleza o el destino. El pasado 15 de julio dio a luz por cesárea a los trillizos Ana Julia, Alma y Benjamín, en un sanatorio de alta complejidad de Buenos Aires. Madre e hijos ya se encuentran en Ushuaia, en perfectas condiciones de salud.
“En mi primer día de la madre me siento inmensamente feliz, porque mis hijos son un regalo de la vida. Me considero bendecida y estoy muy agradecida a Dios de haber logrado esta familia”, expresó la mujer a el diario del Fin del Mundo.
Marcia es psicóloga y presta servicios en el ámbito público. Como primeriza recordó su experiencia de embarazo que, a pesar de los temores inevitables, “fue muy natural”.
Relató que en su primer mes de búsqueda llegaron, casi como un milagro inesperado, los tres angelitos que se gestaron sin mayores complicaciones y nacieron con 32 semanas y media de vida intrauterina.
Un mes antes del parto la madre fue derivada al Hospital Italiano ya que los hospitales regionales, ni clínicas de la Provincia no cuentan con la infraestructura ni complejidad necesaria para atender el caso de estos recién nacidos.
Desde la confirmación del embarazo múltiple toda la familia recibió la noticia con gran sorpresa. Con mucha ansiedad esperaron día a día, semana a semana, ultimando detalles para afrontar los vertiginosos cambios.
Es así que junto a su esposo Julio Balbuena la mujer ha tenido que reprogramar sus rutinas y alquilar una casa más grande, ya que como muchos fueguinos aun no pudo concretar el sueño de la casa propia. Ella se encuentra inscripta en el IPV hace 8 años.
La abuela materna y las tías se turnan para acompañar a la familia múltiple en este periodo de arduo trabajo que demandan los pequeños.
En el hogar de la familia Balbuena–Villarroel las mamaderas, chupetes, pañales y el amor se multiplican por tres. A pesar de las jornadas y noches de intensa actividad, estos papás se emocionan una y otra vez al mirar a los ojos a sus bebés, quienes día a día les enseñan el verdadero sentido de la vida.