Una muerte reaviva la polémica por el estado del sistema de salud
Crisis en la Salud Pública

Una muerte reaviva la polémica por el estado del sistema de salud

13/11/2014
L
a muerte de Lorena Velázquez, de 37 años, desató una polémica más en el Hospital Regional Río Grande, dado que los familiares de la paciente que perdió la vida hace un par de jornadas denuncian que por las falencias que atraviesa el sector de salud, no se pudo realizar a tiempo una derivación a un centro asistencial donde pudieran tratar de mejor modo su afección.
Velázquez, madre de un hijo de 13 años, permaneció casi una semana internada porque le habían diagnosticado Púrpura Trombocitopénica, una enfermedad hemorrágica microangiopática poco frecuente.
María Eugenia Pérez, una de sus tías, relató en FM Aire Libre el drama que atravesó su sobrina y la familia, por la falta de insumos y problemas en un dispositivo con el que debían suministrarle plaquetas al cuerpo en reposo de la afectada.
Entre lágrimas, la mujer recordó que estuvieron esperando desde el lunes una derivación que nunca se concretó y que finalmente, su sobrina perdió la vida en una cama del nosocomio riograndense, sin posibilidad de obtener una segunda opinión sobre su enfermedad.
La situación generó tenso malestar durante las primeras horas del jueves. Tal es así que cerca del mediodía se concretó una asamblea de empleados sin distinción de rango y especialidad donde, junto con varios pacientes vecinos, analizaron la situación que se vivió y que terminó con el lamentable fallecimiento de la mujer que aguardaba una derivación.
“No tenemos insumos. Hace mucho que decimos que estamos al borde de la mala praxis y ahora lo estamos viviendo en carne propia. No podemos seguir trabajando así, porque ya está en riesgo nuestra propia carrera profesional y la vida de mucha gente”, dijo indignada una médica.
Otro especialista, advirtió que “no tenemos los medios suficientes para hacer nuestro trabajo mínimo. Venir a trabajar cada día es no saber con qué nos vamos a encontrar y lo peor de todo es que nadie da la cara”.
Una vecina pidió hacer uso de la palabra y muy indignada dijo que “yo me atendí toda la vida en este hospital y nunca lo vi así. Si tenés suerte, y ante cualquier cosa, en seguida quieren hacer derivaciones a Ushuaia o Buenos Aires y muchas veces no entienden que uno no está en condiciones de viajar”.
Mientras los ánimos se exasperaban y los profesionales reclamaban respuestas, se hizo presente la ministro de Salud de Tierra del Fuego, Dra. Adriana Chapperón, quien en ese momento se encontraba dialogando con una paciente que deambula hace meses por los pasillos del nosocomio sin respuestas de las autoridades respecto de su situación. Chapperón, finalmente, accedió bajar al hall central del edificio donde recibió numerosos reclamos.
El diálogo era tenso, pero respetuoso. Los trabajadores del hospital formulaban sus planteos, expresaban sus quejas y hacían saber sus reclamos. Sin embargo, el intercambio se interrumpió cuando comenzaron a llover insultos de parte de representantes gremiales que no pertenecen al ámbito hospitalario.
La gota que rebalsó el vaso se vivió cuando Chapperón se trasladó hasta el Laboratorio, donde también se vive una situación compleja. Allí fue empujada por una representante identificada con una campera de la Asociación Trabajadores del Estado (STE), situación que no pasó a mayores por la rápida intervención de quienes acompañaban a la funcionaria.
Luego prosiguió el debate entre los trabajadores, quienes no se quedaron conformes con las explicaciones de Chapperón y hasta exigieron, a los gritos, la presencia de la Gobernadora: “Fabiana Ríos debería venir acá, al hospital, para enterarse lo que pasa”.

Chapperón: “Sabemos que estamos trabajando al límite”

La titular de la cartera de Salud mantuvo un breve contacto con los medios de comunicación tras dialogar con los trabajadores del nosocomio que desarrollaron, durante varias horas, una asamblea en el nosocomio riograndense.
Respecto de la situación, la funcionaria dijo que “sabemos que estamos trabajando al límite y vamos comprando insumos semanalmente pero estamos gestionando las compras que nos permitan afrontar la situación diaria”.
“Algunos insumos se ven demorados debido a los trámites administrativos que amerita cada compra. Hay que entender que se maneja dinero público y por ende deben pasar por controles del Estado”, explicó.
Sobre los exhaustivos controles que incluso recientemente derivaron en un juicio administrativo, Chapperón afirmó que “en pocos días más vamos a tener la resolución del Tribunal de Cuentas y tendremos que escuchar lo que dicen quienes están encargados de controlar”.
“El Tribunal de Cuentas ha hecho un informe en donde certifica que todos los elementos patrimoniales que se habían adquirido están en el hospital y eso es positivo. Todo lo que se compró está aquí adentro y hace muy bien al nosocomio y a la gente que trabaja todos los días en este sistema administrativo”, consideró.
Asimismo, la funcionaria expresó que “estoy abocada a mejorar la situación de los hospitales porque atañe a la salud pública. Necesitamos que la gente se atienda en los nosocomios públicos; es un desafío y requiere de un arduo trabajo pero lo peor que podemos hacer es sentarnos a cuestionarnos por qué pasó lo que pasó, tenemos que plantearnos cómo hacemos para salir adelante, juntos”.


Críticas a ATSA

La asamblea en el Hospital Regional Río Grande tuvo momentos tensos, donde las críticas hacia las autoridades políticas fueron el punto saliente pero hubo también reproches y recriminaciones hacia la dirigencia sindical.
La sufrieron en carne propia los representantes de la Asociación Trabajadores de la Sanidad Argentina (ATSA), mirados de reojo desde hace tiempo por muchos empleados del nosocomio por considerar que no han tenido una postura combativa en lo que va del año, a pesar de los problemas crecientes y casi permanentes.
Pero el punto crítico de la situación llegó cuando un grupo de trabajadores cuestionaron a los representantes sindicales y hasta les pidieron que se retiraran de la asamblea al grito de “ustedes arreglaron con el Gobierno”.
“No los queremos acá, váyanse”, dijo otra trabajadora que era contenida por sus pares. A medida que se sucedían los gritos, fue el propio Dr. Jorge Carmassi quien pidió cordura y reclamó “no pelearnos entre trabajadores” porque “este es un logro del Gobierno, que dividió a los sindicatos y nos quieren enfrentados”.


Carmassi: “Lo que sucedió fue la crónica de una situación anunciada”

El secretario Adjunto del Sindicato de Profesionales de la Salud (SIPROSA), Dr. Jorge Carmassi, dijo que “lo que sucedió va de la mano con abandono de pacientes y no se lo pude endilgar a Hemoterapia o Terapia Intensiva, esto va más arriba, y será desde ese nivel quienes tendrán que explicar lo que pasó, lamentablemente lo hablamos después de una muerte”.
“Estamos expuestos a que ocurran más cosas, la política de salud está enfocada en otra cosa y hay que recordar que la gobernadora Fabiana Ríos dijo que la política de salud la delineaba ella y la ejecutaban los ministros. Nosotros no compartimos absolutamente nada de la política en salud que se está llevando adelante en la provincia”.
Asimismo, precisó que “la última comunicación con Ríos fue cuando asumió Arias, allí le explicamos que la situación era complicada, desde esa fecha estamos hablando y lo que sucedió ayer fue la crónica de una situación anunciada”.
Sobre el desarrollo de la asamblea, Carmassi expresó que “en algún momento intentaron poner trabajadores contra trabajadores, pero no estábamos hablando de cuestiones gremiales y si algún gremio miró para otro lado cuando se indicaban que las cosas estaba mal, hbará que conversarlo en otro momento. Hoy la discusión es otra”.
“Nosotros estamos en un sector que no podemos hacer huelga, porque nos consideran un servicio esencial, pero queremos que se nos escuche” y agregó: “Se van a restringir las horas de consultorio y se trabajará con los pacientes internados. No se operan urgencias en el hospital, sí las emergencias del momento porque se gastaron los insumos de una semana”.
A su vez, consideró que “la gestión de (Adriana) Chapperón tiene certificado de nacimiento y de defunción con un espacio corto” aunque finalmente admitió que “debo reconocer que al menos, salió de la oficina y dio la cara y la verdad, hay que tenerlas bien puestas para pararse frente a 200 personas y bancarse los gritos del personal del hospital”.

Etiquetas