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a gobernadora Fabiana Ríos, acompañó al matrimonio compuesto por Juan Castro y Pablo Silva en el momento en que fue notificado formalmente de la sentencia de adopción plena de sus dos hijos de 11 y 13 años, por el Juzgado de Familia N°1 de Río Grande.
Al respecto, la gobernadora expresó que“es uno de los días más bonitos que me tocó vivir en la función pública y en mi vida personal, porque nunca había participado de un evento de estas características”.
Sostuvo que “me llenó de emoción porque la jueza habló con los niños, habló con los padres, y les explicó lo que para ella significaba otorgar una tenencia definitiva”, y además “le dijo a los niños que a partir de ahora tenían una familia e iban a tener ese amor que todos buscamos en la familia y los declaró hijos”.
Ríos remarcó que “para los que hemos tenido la dicha de tener nuestros hijos por la vía biológica ese momento se traduce en el parto, y la felicidad de esos papás en el día de hoy es como si me hubiesen permitido estar presente en un parto de una familia completa”.
Por su parte, Castro manifestó que “como familia estamos felices, queremos prometer delante de todos ustedes que vamos a tratar de ser los mejores padres para nuestros dos hijos”. Y agregó que “vamos a esforzarnos en que ellos puedan reconstruir su historia”.
Asimismo, López Silva agradeció la presencia de la Gobernadora y de todos los que los acompañaron “porque solos nunca hubiésemos logrado esto”, y agradeció “sobre todo a nuestros hijos porque en realidad ellos fueron los que nos eligieron a nosotros y no nosotros a ellos, esto es lo más lindo que nos pasó en la vida”.
La Mandataria también se refirió al primer casamiento igualitario de América latina, que se realizó en Tierra del Fuego, entre Alex Freyre y José Di Bello: “La vida me ha puesto frente a circunstancias que nunca imaginé, han pasado cinco años y hoy aparece en los medios de comunicación una discusión acerca de las condiciones objetivas en que se habría realizado ese primer matrimonio igualitario, imputándome como aliada de una situación de ficción que tampoco me consta”.
“Yo digo lo mismo que dije en ese diciembre de 2009, cuando llegó a mí una sentencia definitiva de un Juzgado de Buenos Aires que declaraba la inconstitucionalidad de un artículo del Código Civil para una pareja determinada: no conocía la pareja, no militaba el tema, no tenía amistad ni enemistad con ellos, no los conocía en profundidad, podían tener sus nombres o podían tener otros nombres”, enfatizó.
En esa línea, afirmó que “lo que llegó a mí y bajo mi responsabilidad era una sentencia definitiva que no estaba siendo ejecutada por un acto de parte de otras jurisdicciones que a mi juicio eran actos arbitrarios”. Y concluyó: “Hice lo que creía que tenía que hacer y lo volvería a hacer, yo actué de buena fe, actúo de buena fe, y me hago cargo de esa buena fe”.
