E
l juez penal de Río Grande, Héctor Ochoa, denunciado por regentear un estudio jurídico en Buenos Aires en forma simultánea con el ejercicio de su cargo, tuvo un fugaz regreso a su despacho pero volvió a tomarse una licencia médica, mientras aguarda el resultado de la investigación que lo involucra.
Ochoa también habló con varios medios de comunicación y efectuó un descargo público, en el que negó ejercer la profesión de forma particular y se despegó de las páginas de Internet donde se promocionaban sus servicios como parte de un estudio jurídico en el que también se desempeña su yerno, Matías Zanello.
La denuncia contra el magistrado fue realizada semanas atrás por el abogado de Río Grande Alejandro De la Riva, y motivó el inicio de una causa penal a instancias del presidente de la Asociación de Magistrados y Funcionarios, Julián De Martino. Por esa causa allanaron el domicilio del juez. A su vez, también comenzó una investigación por un posible jury de enjuiciamiento que se tramita ante el Consejo de la Magistratura.
En su versión de los hechos, Ochoa pareció responsabilizar a Zanello por los avisos sobre el estudio jurídico, y repitió que desconocía esas páginas y nunca autorizó su contenido.
“Puedo jurar que no sabía que existía esa página. No lo he visto y me han comentado que es muy burdo. No puedo ejercer en ningún lado y siempre he sido consciente de las inhibiciones que uno tiene”, le dijo el juez a Radio Fueguina de Río Grande, pero no habló de la página de Facebook o del sitio Linkedin donde también aparecía como miembro del estudio de abogados, junto con su yerno.
“Sufro una condena social anticipada, y esta condena social está teniendo una repercusión muy grande”, manifestó el magistrado, quien precisó que aún no fue citado a prestar declaración indagatoria en la causa penal y tampoco lo llamaron del Consejo de la Magistratura.
