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gentes dependientes del Ministerio de Salud podrían ser pasibles de cesantías si se comprueba que percibieron sus sueldos regularmente sin haber concurrido a trabajar y sin haber justificado sus reiteradas faltas.
En las últimas semanas, el Ministerio de Salud ha dictado un importante número de resoluciones en las cuales se inicia un proceso sumario sobre personas que faltaron a trabajar sin justificación alguna. Se han detectado casos de personas que parecieran haber tomado como hábito la no concurrencia a sus puestos laborales.
La ministra de Salud, Adriana Chapperón, ha sido quien tomó el toro por las astas y ha emitido varias resoluciones para investigar administrativamente los casos, que superan la decena.
No obstante, el sector Salud no sería el único caso. “Se está verificando área por área y ante la falta de justificación, se inicia el sumario correspondiente", confió un funcionario del Gobierno que pidió la reserva del caso.
Salta a la vista que Recursos Humanos del Gobierno provincial no tiene la estructura ni la capacidad óptima como para poder controlar las faltas de sus agentes. Tampoco las tiene Fiscalización Sanitaria al momento de verificar que los certificados que presentan sus agentes se condigan con las afecciones que se supuestamente padecen.
El control a paso de tortuga
Evidentemente los controles por parte del Estado en la materia, no son los más eficientes. Solo basta ver que algunos de los sumariados en Salud registran faltas injustificadas desde el año 2011.
Pareciera ser que recién la gestión de la ministra Chapperón parece haber puesto la lupa sobre estas irregularidades que permiten vislumbrar algunas cuestiones que podrían estar reñidos con la legalidad.
Evidentemente, el control del Estado no es el más óptimo en supervisar el presentismo de sus agentes. Al menos esto se puede inferir, si se tiene en cuenta que los sumarios se iniciaron recién el mes pasado.
