ejor, imposible. Así podríamos definir el panorama con el que viaja Camioneros de Rio Grande hacia suelo chubutense para medirse, por el cotejo de vuelta de los cuartos de final del cuarto ascenso del Federal C, a Jorge Newbery después de haberlo derrotado por 2-0 en Ushuaia hace cinco días.
Con el arbitraje de Héctor Nievas y un equipo que no tendrá bajas, salvo algunas molestias físicas por la acumulación de partidos sin descanso, los dirigidos por Guillermo Vargas buscarán emular lo hecho en la temporada pasada cuando alcanzaron las semifinales.
“Por suerte vamos todos, con un plantel largo ya que obviamente pensamos en clasificar y quedarnos allá para jugar la primera semi, ya sea con All Boys de Santa Rosa o Independiente de Tandil”, manifestaron desde el seno del cuerpo técnico.
Queda claro que antes deberán sacarse de encima el duro escollo llamado Jorge Newbery, que demostró tener herramientas para poner en aprietos a la defensa fueguina, pero que tendrá que manejar la presión psicológica de salir a la cancha con un 0-2 en el marcador global y la obligación de desdoblarse en ofensiva abriendo espacios en el fondo.
Esa ventaja es la que invita a soñar con un resultado positivo en un terreno donde el viento jugará su papel y la hinchada se hará sentir, esperemos que dentro de los términos correctos y no de la forma en que lo hicieron en Ushuaia, con agresiones y violencia hacia los representantes provinciales.
Por eso los delanteros transportistas deberán estar finos para valerse de cualquier oportunidad y traducirla en goles, porque una anotación favorable a los de Rio Grande inclinaría prácticamente de forma definitiva la balanza para nuestro lado.
Ya están en viaje con el sueño intacto y las semifinales a la vista. Camioneros quiere seguir pisando fuerte.