Hallan ballena muerta a 30 kilómetros de Río Grande
Descubrimiento de un biólogo marino

Hallan ballena muerta a 30 kilómetros de Río Grande

Un ejemplar de ballena Sei, de la familia de la ballena Franca austral, fue hallado sin vida en una zona cercana al Paso de las Cholgas, a unos 30 kilómetros al norte del casco céntrico de la ciudad. El ejemplar que yace en la playa y fácilmente visible desde distancias razonables, entró en proceso de descomposición y por eso se recomienda no hacer contacto con la piel o cualquier otra parte de los restos del animal.
01/08/2016
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urante la mañana del viernes último fue hallado sin vida un cetáceo de la especie Ballena sei, familia de la ballena franca austral pero de menor porte. El descubrimiento se produjo en inmediaciones del denominado Paso de las Cholgas, a unos 30 kilómetros al norte de Río Grande.
Mauricio Faillá, biólogo marino de Río Negro, fue quien descubrió al cetáceo muerto y rápidamente se comunicó con personal de Ecología y Medio Ambiente del Municipio de Rio Grande. La ballena yacía muerta en la playa y ni bien se conoció la noticia, cientos de personas se acercaron hasta esa alejada zona para observar los restos del cetáceo.
El especialista en biología marina alertó a la gente sobre las posibles enfermedades que transmiten este tipo de cetáceos al morir, momento en que se produce la etapa de descomposición: “Se deben respetar ciertos protocolos biológicos, que se deben seguir ante un encuentro de estas características”.
“Seguramente va a ver mucha gente que quiera sacarse fotos con el animal, por eso se debe evitar el contacto con la piel del animal, porque puede llegar a transmitir algún tipo de enfermedad biológica”, explicó Faillá.

La Ballena Sei se encuentra en mar abierto (no cercano a la costa y al lecho marino) también se le conoce como ballena Rorcual boreal. Miden de 12 a 16 metros de longitud y pesan de 20 a 30 toneladas.
Según los estudios sobre la especie sólo quedan unas 10 mil de ellas. En 1976 se las declaró como especie protegida por la Comisión Ballenera Internacional, pero aun así, hoy en día siguen siendo capturadas por balleneros japoneses argumentando “fines científicos”.
El dato más cercano e impactante sobre la especie se registró en Chile, en abril pasado, cuando un equipo expedicionario reportó unas 20 ballenas de la especie sei (Balaenoptera borealis) varadas en la región del Golfo de Penas.
Un sobrevuelo posterior de la zona, realizado en junio por un equipo de científicos, constató que el número de ballenas varadas era muchísimo mayor.
Por medio de fotografías aéreas y satelitales pudieron contabilizar 337 ballenas muertas, "incluidos cadáveres y esqueletos".
En aquel momento, la principal hipótesis sobre lo ocurrido refería a la posibilidad  de la presencia de marea roja, una biotoxina en el plancton de la zona pelágica donde ocurrieron estos hechos.
La biotoxina pudo haber contaminado la cadena alimenticia de las ballenas ocasionándoles la muerte en altamar y, luego, las corrientes los arrastraron a la orilla.
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