espués del enorme triunfo ante Kazajistán, que dilucidó un promisorio futuro para la Argentina en el Mundial de Colombia, los dirigidos por Diego Giustozzi entrenaron en dos oportunidades.
La primera en las canchas de la UNAB el martes y la otra en el Coliseo Vicente Díaz, en la jornada de ayer. Ninguno de los jugadores presenta molestias físicas y ambas prácticas se han manejado en un ambiente muy distendido y alegre, teniendo en cuenta que a priori, los encuentros con Islas Salomón del jueves a las 22 y Costa Rica, a las 20 del domingo, son más accesibles y no requieren una planificación tan exhaustiva.
Soltarse y ganar seran las premisas fundamentales, siempre y cuando se respete el orden y la disciplina que el entrenador les pide en cada partido.
Los fueguinos Alamiro y Constantino Vaporaki han sido centros de los medios tras la conquista histórica frente a Kazajistán, disfrutando del momento pero sabiendo que este camino ni ha comenzado, que viene lo más difícil y para ello han que mantenerse enfocados.
Seguramente con mucha rotación, la Argentina encara el choque ante Islas Salomón con las mejores expectativas y el ánimo por las nubes.
¿Que vendría después?
Si la Argentina cumple con la lógica y se clasifica como mejor de la zona, enfrentaría al segundo del grupo de Brasil que debería ser Ucrania y en Cuartos se vería las caras con Italia, que se adueñaría del Grupo B. Semifinales aparecerían en el camino Portugal o Colombia mientras que del otro lado estarían Brasil y España. Muchas suposiciones. La pelota aún sigue rodando.
