on tranquilidad después de haber obtenido el crucial triunfo ante Kazajistán, la Argentina de Diego Giustozzi se dispuso a encarar el último juego del Grupo E en el Coliseo Bicentenario de Bucaramanga con el 7-3 a Islas Salomón como antecedente.
Costa Rica, que venía de ganarle a Islas Salomón y caer con los kazajos, buscaba el empate para meterse en los octavos de final. La albiceleste quería preservar la cima de la tabla y así entrar por el lado más sencillo de playoffs, evitando a potencias de la talla de Brasil, España o Rusia.
El trámite, tal como se esperaba, le entregó la responsabilidad de tener la pelota a la Argentina, que tuvo cuatro chances contra un par de los costarricenses en los primeros 5´ de juego.
En consecuencia, la variable de posesión favoreció a los de Giustozzi con amplitud, pero volvieron a quedar mal parados en el retroceso por fallos propios en un partido raro, atípico, con mucho aliento para los ticos desde la tribuna y un planteo defensivo que complicó en demasía a los argentos.
Maxi Rescia, uno de los baluartes del equipo, encendió la alarma de entrada debido a un patadón de Fonseca que lo obligó a salir de la cancha y posteriormente ser llevado al hospital para una radiografía.
Tiempo muerto de Giustozzi con la albiceleste mereciendo la apertura. No obstante una pelota perdida en la mitad del campo le dejó espacio libre a Cordero, que buscó a Brenes ante el achique de Sarmiento, balón dividido, la baja Cordero, despeja Stazzone el tiro de Brenes en la línea y Cordero la empuja ante el desconcierto.
1-0 abajo y al descanso. Momento clave porque eramos segundos en la zona ya que Kazajistán goleaba a Islas Salomón. Eso implicaba verse las caras con España, dos veces campeón del mundo.
Y el complemento iba a manejarse con mucho nerviosismo. Si bien todo comenzó favorable con la expulsión del goleador tico a los 2 minutos, los de Giustozzi no supieron como manejar la superioridad numérica encontrándose a un inexpugnable Santamaría en la valla.
Para colmo, a los 10 de juego, la presión centroamericana produce un robo después de una discusión entre Taborda (ARG) y el banco costarricense, pared veloz ante el achique de la defensa y 2-0. Una caldera el Bicentenario con todo en contra.
Argentina estaba en jaque, perdida. Necesitaba un gol para tomar aire y respirar. Iba a llegar, de inmediato, gracias a la capacidad técnica de Santi Basile que remató raso cruzado desde ¾ de cancha para el 1-2 con 9 minutos por disputar.
Cuando todo estaba preparado para que Cuzzolino haga su aparición como arquero jugador, Wilhelm –capitán- puso un balón frontal para que el pivot la aguante y desenfundó a plena carrera estampando el empate con 5´30 en el reloj.
A partir de allí la albiceleste volvió a sufrir. Falta de Kiki Vaporaki desde atrás y, al estar en penalidad, se agigantó Sarmiento tapando dos veces el avance de Brenes.
Luego llegó una nueva infracción para Costa Rica y, quedando al borde de la derrota, el partido entró en un minuto final de relajación. Ambos clasificados, Argentina primera, Costa Rica tercera. No hubo más nada que hablar.
Regular el nivel de los fueguinos Vaporaki, sin encontrar los huecos para conectar con el resto del equipo, algo que fue denominador común en el partido de ayer en Bucaramanga.
Se viene Ucrania, el jueves. Las apuestas marcan un claro favoritismo, pero los partidos hay que jugarlos.
Fotos Credito: Getty Images / FIFA
