na construcción que se emplazaba a metros de la playa fue arrastrada por la marea ayer por la mañana en la costa de Río Grande. El accidente ocurrió a la altura del kilómetro 2815 de la Ruta Nacional 3, frente al barrio Policial.
El predio donde se produjo el desmoronamiento de la casa pertenece a Rapi Flet. Allí, además de la casa que se llevó la marea, se erigen un par de galpones donde los propietarios del terreno guardan camiones, muebles y elementos varios de la empresa.
Cerca de las 11 de la mañana de ayer, la marea extraordinaria prevista para la jornada, con más de 9 metros según los informes mareológicos y el viento que soplaba con relativa fuerza a esa hora, terminaron de erosionar las bases de la estructura, arrastrando gran parte de la construcción hacia la playa, unos cuatro metros hacia debajo de la pendiente.
Al lugar acudieron efectivos de Bomberos Voluntarios que intentaron apuntalar parte de las paredes de la casa derruida, que corre peligro de derrumbarse totalmente hacia la playa cuando la marea vuelva a subir.
La propietaria del predio, Laura Fleitas, contó a los medios que “pedimos que vinieran urgente los servicios de emergencia porque el gas y el agua seguían conectados y la casa se está yendo con la marea”.
“Queremos que nos corten todo porque tenemos medidores nos van. Todo esto es producto de las canteras, ya estamos cansados de reclamar y el Municipio no hace nada. Cuando adquirimos este terreno el mar estaba a más de 100 metros”, precisó.
Asimismo, criticó “esto se veía venir porque con el correr de los años, la marear fue ganándole terreno a la playa y las crecidas fueron cada vez más cerca de nuestro terreno. Alguien se tiene que hacer responsable de esto”.
La crítica de la propietaria de la vivienda arrasada por el mar se condice con la de varios vecinos de la zona que aseguran que la extracción de áridos en sectores contiguos, ha causado un daño ambiental muy grande.
Hace aproximadamente un año, los vecinos de ese sector frente al barrio Policial daban a conocer las primeras señales de alarma. Miguel Rentería, que reside en el lugar, aseguró que “no se tomaron las medidas; ya se sabía que iba a pasar esto”.
A la hora de buscar responsables, Rentería apuntó a “gente más poderosa que uno”. Es dable mencionar que hace un año, la Legislatura de Tierra del Fuego aprobó una prórroga para que las canteras continúen extrayendo áridos de la costa riograndense.
Sin embargo, vecinos de este barrio lograron que un recurso de amparo prospere y ponga puntos suspensivos a la actividad, pero esto no se ha respetado: “Siguen sacando áridos en la playa y no van a parar porque nadie se ocupa de frenar esto que está pasando y que nos afecta a todos”.
