os franceses Mickaël Do Couto (25) y Justine Perrault (26) llevan más de dos años recorriendo el mundo ‘a dedo’, con el objetivo principal de llegar a conocer la Antártida, aunque en su aventura han conocido ya numerosos países y culturas diversas.
Los jóvenes, que iniciaron su viaje en París el 1 de Octubre del año 2014, habían previsto una travesía que se extendería alrededor de 8 meses, pero en el transcurso fueron desviándose del camino inicial para vivir nuevas experiencias. “El objetivo siempre fue llegar a la Antártida, pero en el camino nos encontramos rodeados de personas con buena energía; descubrimos lugares increíbles y fuimos intercambiando momentos inolvidables, casi sin pensarlo”, expuso Mickaël.
En diálogo con EDFM, el viajero francés explicó que “para hacer más divertido el viaje y difundir nuestra experiencia, hacemos dedo en la ruta vestidos de pingüinos, lo que llama la atención de todos los que nos cruzan en el camino”, y agregó que “conocer gente, nuevas culturas y formas de vivir, es algo que no tiene precio y supera cualquier otra experiencia”.
Ambos jóvenes llegaron a Ushuaia el 15 de diciembre pasado, y por estos días buscan la oportunidad de embarcarse hacia la Antártida haciendo uso de su experiencia laboral. “Hemos cruzado océanos a bordo de cruceros, haciendo de todo: limpieza, cocina, sirviendo a los pasajeros”, advirtió Mickaël, y recordó que en su trayecto desde París, junto a su compañera Justine pasaron por el Caribe; desde allí a Estados Unidos; México y luego América Central.
En Panamá, “conocimos a una pareja que necesitaba servicios en su barco; con ellos fuimos hasta la Polinesia y luego de regreso a Estados Unidos. Desde allí cruzamos hacia América Central, llegamos a Colombia y luego Ecuador; Perú; Bolivia; Argentina, Chile y hasta Ushuaia”, detalló Mickaël, y agregó que nuestra ciudad “es un lugar maravilloso en cuanto a paisajes, la hospitalidad, la gente y su forma de vida; estamos contentos de estar aquí y de sentirnos tan cómodos”, observó.
Para documentar su viaje alrededor del mundo, los jóvenes franceses difunden videos y fotografías en la red social Facebook Sacré Manchots (pingüinos sagrados). “Si pudiera llevar un mensaje a todas las personas que nos encuentran en cada punto, o nos siguen en Facebook, les diría que viajen. Que sigan sus sueños. Que la experiencia es inolvidable”, expresó Mickaël.
