l capitán de Fragata Ernesto Manuel Campos nació en Buenos Aires el 5 de agosto de 1914. Ingresó a la Escuela Naval Militar el 1º de marzo de 1931 formando parte de la Promoción 62, y egresó como guardiamarina el 3 de julio de 1936.
En sus primeros años prestó servicios en el crucero ARA “Almirante Brown” primero como guardiamarina y luego como alférez de Fragata, y posteriormente, en el año 1940, en el guardacostas ARA “Independencia”.
En el año 1941, con la jerarquía de alférez de Navío, cursó la Escuela de Aplicación en la Especialidad de Armamento, y posteriormente prestó servicios en el transporte ARA “Ushuaia”.
El 13 de agosto de 1943 el Presidente Provisional de la Nación, general Pedro Pablo Ramírez, firmó el decreto 5.626 creando la Gobernación Marítima de Tierra del Fuego (hasta ese entonces Territorio Nacional), y disponiendo que el gobierno territorial fuese ejercido por un oficial superior de la Armada, en servicio activo, a propuesta del Ministerio de Marina del cual dependería.
A partir de ese año el entonces teniente de Fragata Campos se desempeñó como ayudante secretario del gobernador marítimo, comenzando tales funciones con el entonces capitán de Navío Fidel Lorenzo Anadón.
Precisamente, en ocasión de ejercer la ayudantía del capitán Anadón, recibió la directiva de trasladar la lancha patrullera ARA “Zurubí”, navegando desde el Astillero Río Santiago, ubicado en la ciudad de Ensenada, Provincia de Buenos Aires, hasta Ushuaia.
Zarpó desde Río Santiago el 3 de marzo de 1944, con apoyo del remolcador ARA “Olco”, y haciendo escalas en Mar del Plata, la Base Naval Puerto Belgrano y San Sebastián. Luego de poco más de 1.500 millas náuticas, y tras sortear múltiples peripecias, ambas unidades arribaron a Ushuaia el 16 de junio de 1944.
De esa manera, la lancha patrullera ARA “Zurubí” se incorporó a la fuerza efectiva de la Base Naval Ushuaia, y en función de su intensa actividad en las aguas fueguinas, en poco tiempo y para siempre, se ganó el afecto de su entonces pequeña población.
Más adelante, en el año 1948 el ya capitán de Corbeta Campos integró una comisión que representó a la Armada en los festejos por el 7º Centenario de la fundación de la Marina de Castilla, ocasión en la cual fue condecorado por el Gobierno de España con la “Cruz del Mérito Naval”.
En 1953 ejerció el comando del torpedero ARA “Garay”, y tras otros destinos navales ya como capitán de Fragata, a su solicitud le fue concedido el retiro efectivo con fecha 1º de julio de 1957.
El 28 de febrero de 1957 el decreto-ley N° 2191 restableció el Territorio Nacional de la Tierra del Fuego, Antártida, e Islas del Atlántico Sur. Asimismo, en él se determinó precisamente la demarcación del Sector Antártico Argentino, y se incluyó también a las Islas Malvinas, usurpadas por el Reino Unido desde 1833.
Así, el gobernador, como jefe de la Administración del Territorio, sería el representante directo y natural del Poder Ejecutivo Nacional. Fue designado para ejercer el primer cargo de gobernador con este régimen el capitán de Fragata (R) Pedro Carlos Florido, quien asumió el cargo el 1º de marzo de 1957, y tras un corto periodo en el mismo, pasó a reemplazarlo su secretario, el capitán Campos.
El primero de sus gobiernos abarcó desde el 7 de junio de 1958 hasta el 10 de junio de 1961. Confirmado por el presidente Arturo Frondizi y con acuerdo del Senado, su segundo período abarcó hasta el 11 de mayo de 1962, fecha en la cual presentó su renuncia por solidaridad y lealtad ante el derrocamiento del Presidente de la Nación.
Difundida la renuncia del capitán Campos, tuvo lugar en la población fueguina un inmediato movimiento tendiente a reponerlo en el cargo, y fue así que un grupo de habitantes de Ushuaia, Río Grande, e inclusive de las zonas rurales, hicieron llegar al doctor José María Guido, quien había asumido la primera magistratura, una solicitud en ese sentido.
El presidente Guido no demoró en acceder y el 28 de julio de ese año el capitán Campos prestó juramento por tercera vez como gobernador del Territorio, cargo que desempeñó hasta el 12 de octubre de 1963, cuando asumida la Presidencia de la Nación por el doctor Arturo Humberto Illia, el capitán Campos presentó su renuncia.
Su acción en los tres periodos de gobierno fue por demás fecunda y a ritmo sostenido, merced a su gran empuje personal. La excelente administración de los recursos disponibles, tanto los del Territorio como los provistos por el Gobierno nacional, posibilitó la concreción de numerosas obras que permitieron el desarrollo insular y contribuyeron significativamente al bienestar de la población.
Extendió los beneficios del gas natural a Río Grande, Ushuaia y zonas de influencia; encaró el problema de la carencia de viviendas, y proveyó unidades económicas de cocinas y calefones a gas para la población más humilde; construyó hospitales; fomentó decididamente el turismo de la región; prestó especial atención a la evolución de la riqueza agropecuaria, forestal e ictícola; adoptó las medidas necesarias para preservar la zona franca como patrimonio de la población fueguina, lo cual constituyó un extraordinario incentivo que posibilitó la radicación de industrias; inauguró la primera emisora de radiodifusión; creó el Parque Nacional de Tierra del Fuego con una extensión de 63.000 hectáreas; creó la Delegación Federal Sanitaria, que llevó a cabo una intensa campaña contra la tuberculosis; y pregonó una permanente preocupación en todo lo relativo a la educación de la población, tanto primaria como secundaria. Así, creó escuelas y hasta cubrió el cargo de director del Colegio Nacional de Ushuaia, vacante hasta ese momento, entre muchísimas otras acciones que no tuvieron más guía que el engrandecimiento de la provincia y de sus habitantes.
Despertado su interés por volcar en la actividad política sus experiencias e inquietudes, se afilió al Movimiento de Integración y Desarrollo, que creó y presidió el doctor Arturo Frondizi.
Así, en las elecciones generales de marzo de 1973 el capitán Campos fue elegido diputado nacional por el Distrito Tierra del Fuego para el período 1973–1977, desarrollando también allí una intensa labor, en la cual entre otros, presentó el proyecto de instituir el día 22 de febrero como “Día de la Antártida Argentina”.
Luego de tanta actividad a ritmo sostenido el capitán Campos se radicó finalmente con su esposa y parte de su familia en la ciudad de Córdoba, donde pasó sus últimos años. Su deceso se produjo una calurosa noche, el 15 de enero de 1987, cuando tenía 72 años.
Cumpliendo sus deseos, fue trasladado a la que sería su última morada, obviamente la Ushuaia que tanto quiso, donde descansa para siempre mirando el Canal Beagle.
