yer, apenas pasadas las 10 de la mañana, Santiago Gutiérrez partía desde Cabo Peñas -Chile- para completar su travesía en apenas 45 minutos, sin ningún tipo de protección térmica, y con un condimento extra: nadó la distancia de aproximadamente un cruce y medio debido a una corriente marina que lo hizo derivar y nadar incluso contra esa corriente. Todo parece haberse alineado para que pudiera alcanzar su meta ya que las condiciones fueron las ideales, en un día prácticamente con ausencia de viento y una temperatura externa agradable. Esto no hizo menos meritoria la hazaña, ya que enfrentarse por tiempo prolongado a las gélidas aguas australes es una de las componentes más difíciles, además de la resistencia física y las limitaciones propias de su condición.
Para eso, Santiago llevó a cabo una serie de prácticas en el mar desde el martes pasado, día en que arribó a Ushuaia. Estuvo escoltado y asesorado por referentes de la natación como Walter Ruano y Camilo López. Las mismas estuvieron repletas de todas las características propias de la zona: viento, frío y un mar revuelto. Estas condiciones lo prepararon psicológicamente para enfrentarse a este desafío que pudo completar con total entereza.
Este atleta de 40 años, oriundo de la ciudad de Villa Carlos Paz, Córdoba, tuvo una vida dedicada al deporte -guardavidas de profesión, entre otras actividades- hasta que un accidente lo dejara parapléjico en 2012. Desde ese momento, su nueva condición lejos estuvo de ser un impedimento para él. Con una voluntad invaluable comenzó a plantearse desafíos deportivos para llevar un mensaje de motivación para quienes sufren una situación similar.
Luego de algunas pruebas, lograron construir un dispositivo de colocación simple que permite fijar sus piernas y dar parcial flotabilidad para que pueda nadar de manera estable y autónoma.
Respecto a cómo se desarrolló la travesía, desde su entorno comentaron que “se introdujo al agua apenas pasadas las 10, y comenzó a nadar muy tranquilo. Inicialmente el recorrido tiene casi 1800 metros, pero al presencia de una corriente marina hizo que Santiago derivara, alejándose de la línea original. Esto produjo un alargamiento del recorrido superando ampliamente los 2000 metros nadados, más o menos un cruce y medio. Todo se desarrolló a la perfección, hasta hubo presencia de ballenas al inicio del recorrido, se lo vio muy bien a lo largo de toda la prueba”.
Santiago arribó a Puerto Almanza, en la zona de Prefectura, luego de que fuera cargado a bordo de una embarcación una vez terminada la travesía y completada la etapa de reacondicionamiento térmico. En ese punto fue trasladado hasta las instalaciones de Puerto Pirata, donde pudo reunirse nuevamente con todo su equipo de apoyo. Lo escoltaron un guardacostas y una embarcación, ambas de la Prefectura Naval Argentina, otra de la Armada Chilena y dos gomones con personal de asistencia y su equipo compuesto por Diana Méndez, Camilo López, Walter Ruano, Carlos Nieto, su novia Silvana, entre otros. En cada embarcación hubo personal capaz de socorrerlo y evacuarlo ante cualquier peligro. Es importante destacar que contaron con la presencia de un médico, quien fue evaluando, mediante preguntas y observaciones, el estado del nadador.
Santiago destacó que “me sentí bien en todo momento, hasta me di el lujo de parar a saludar a quienes me acompañaban para mostrarles que todo se desarrollaba con normalidad. Lo disfruté mucho, me sirvió muchísimo la preparación durante los días previos.”
Además, Gutiérrez agradeció comentando que “nos apoyaron la Armada Chilena y la Prefectura Naval Argentina. Formó parte también de la colaboración para que yo pueda realizar esto la Municipalidad de Villa Carlos Paz, la Agencia de Córdoba Deportes, la Municipalidad de Ushuaia y la Provincia a través del InFueTur”.
Días atrás, en diálogo con EDFM, Santiago afirmaba que “como creyente uno llega a este punto de la vida; cuando apenas ocurrió el accidente nos dijeron que quedaban apenas horas para que mi vida terminara. La fe y la oración de un montón de personas me ayudo y que hoy esté acá es en respuesta de eso, no hay otra explicación para mí. Intentarlo significa muchísimo, recordando que esto es también además por los chicos que también están accidentados, abandonados, encerrados en cuatro paredes, algunos con mucho dolor e intentos de suicidio y que están pasando momentos difíciles”.
En el recibimiento en Puerto Almanza estuvieron presentes autoridades de la Prefectura Naval Argentina, y el funcionario Alejandro Rojo Vivot, a cargo de la Secretaría de Discapacidad de la Provincia, quien mantuvo una extensa charla informándose sobre los detalles y valorando la magnitud de la hazaña deportiva.
Finalmente, Santiago habló sobre sus nuevos proyectos, indicando que posiblemente se plateé unir Uruguay con Argentina a través del cruce del Río de la Plata.
Santiago partirá hacia sus nuevas metas, pero nos deja un mensaje que tuvo a nuestro canal como escenario: cuando se conjugan la voluntad y la superación, con las ganas de vivir y un incondicional equipo de apoyo, las barreras desaparecen y aquellos sueños que parecían imposibles, uno a uno, se van haciendo realidad.
