os concejales de Ushuaia compartieron ayer, junto a vecinos del barrio Dos Banderas, la exposición de una de las empresas que comercializa el novedoso sistema de biodigestores para el tratamiento de efluentes en barrios informales sin acceso a la red cloacal, junto a referentes de la Secretaría de Medio Ambiente del Municipio y de la Dirección Provincial de Obras y Servicios Sanitarios (DPOSS).
La exposición en el Concejo Deliberante se produjo en el marco del análisis del proyecto de ordenanza que autoriza el uso de biodigestores en sectores informales, como alternativa superadora al denominado ‘pozo ciego’ para mitigar la contaminación ambiental y los riesgos para la salud que produce actualmente la falta de tratamiento de efluentes cloacales en los barrios altos de la ciudad.
La propuesta que tendrá tratamiento el próximo miércoles en sesión ordinaria, prevé que la autoridad de aplicación será la Secretaría de Medio Ambiente municipal, que tendrá a su cargo el control sobre la correcta instalación de los biodigestores –para el cumplimiento de las disposiciones que permitan optimizar la efectividad-; el seguimiento y control, y establece que la adquisición estará a cargo de cada vecino particular.
Desde la cartera municipal coincidieron en que el sistema se presenta como una alternativa superadora a la inexistencia total del tratamiento de efluentes, que actualmente afecta no sólo a quienes viven en barrios informales, sino a toda la comunidad. No obstante advirtieron la necesidad de “tener especial cuidado y atención; cumplir con la correcta instalación para optimizar la efectividad del sistema; realizar el seguimiento y control sobre la forma de utilización, junto con los vecinos”.
Durante el encuentro, la firma explicó el funcionamiento del sistema que reemplaza el ‘pozo ciego’ con un mecanismo autolimpiante de fácil mantenimiento y operatividad, consistente en un tanque séptico más un filtro para la digestión de efluentes sólidos cuya operatividad se renueva para el retiro del material procesado en hasta 2 años como máximo, de acuerdo al uso.
Los responsables de la empresa destacaron la necesidad de mantener el equipo aislado del frío y la instalación correcta respetando las pautas de colocación subterránea; posición, profundidad, uso y vertido de productos para la digestión de los efluentes sólidos; y confirmaron que el sistema se puede conectar a la red cloacal tradicional a futuro, siempre que se encuentre al nivel de calle.
Referentes de la DPOSS opinaron que es fundamental el seguimiento y la correcta instalación
Integrantes de la DPOSS presentes en el encuentro dieron cuenta de la importancia de analizar las condiciones del suelo en cada caso particular, ya que “en algunos lugares será viable el sistema y en otros no; por la condición rocosa, arcillosa o la altura en la montaña; el frío y otros aspectos importantes”, indicaron, a lo que sumaron “es fundamental cumplir con las recomendaciones de instalación, en cuanto la profundidad, la forma de colocación; porque la eficiencia de cualquier sistema baja muchísimo si no se instala y no se opera como es debido”.
La ingeniera Mónica Obreque consideró que “obviamente este sistema será mejor que el ‘pozo ciego’ que los vecinos instalan actualmente, sin tratamiento de efluentes; que genera contaminación en toda la ciudad y riesgos para la salud general”, aunque advirtió que “en realidad para saber si funciona o no, hay que instalar uno correctamente, estudiarlo y hacerle seguimiento durante un plazo considerable: por lo menos un año para que haya atravesado estaciones, cambios de clima y temperatura”.
Asimismo, aclaró que el organismo trabaja en la ampliación de servicios de red cloacal y agua para nuevos sectores de la comunidad. “Lo óptimo es la red cloacal tradicional para el tratamiento de efluentes, pero para eso se necesita primero un proyecto urbano, que no depende de la DPOSS”, dijo.
