a Prefectura Naval con asiento en Ushuaia se encuentra a la espera de la adjudicación para la construcción del nuevo edificio que estará ubicado sobre avenida Maipú, prácticamente anexo al existente en la actualidad.
Ernesto Piana, antropólogo especializado en arqueología, de reconocida trayectoria en el CADIC donde se desempeñó en la investigación de los pueblos originarios de nuestra provincia, es quien fue convocado por la Prefectura para realizar tareas de campo y evaluar el impacto que tendrán las obras a realizarse en el sector.
Al respecto, el investigador precisó que “Prefectura debe realizar una obra y utilizar este predio. Por la Ley Provincial 370 y la Ley Nacional 25.743, todo yacimiento arqueológico es propiedad del Estado y de la comunidad, por su mera existencia. Entonces, antes de hacer una obra debe hacerse un análisis de impacto y buscar si hay o no restos arqueológicos y eventualmente restos históricos. Prefectura, en conocimiento de esto, le solicitó a la Dirección de Cultura y Patrimonio Cultural de la Provincia que realizara este estudio, y es por eso que me encuentro realizándolo”.
Sobre las estimaciones del análisis, Piana reveló que “El resultado lo estamos analizando justo en este momento, pero todo indica que no hemos encontrado un yacimiento por lo que no existe impacto, y van a poder realizar la construcción, cumpliendo con la Ley”.
El investigador hizo mención de que en casos como estos “hay de todo”, haciendo alusión a empresas privadas que por desconocimiento ignoran dicho impacto y no realizan el estudio correspondiente. Además agregó que “Con Vialidad Provincial hemos trabajado mucho en trazas de rutas, por ejemplo, en Playa Larga; el IPV ha solicitado el impacto de todos los barrios en la zona del Pipo, en CADIC por supuesto se hicieron. Es algo que debe solicitar la Municipalidad o el Estado que corresponda, cuando nos avisan y nos solicitan, tratamos de hacerlo. Para privados se ha hecho, por ejemplo, donde ahora está el Shopping, ahí tuvimos que retirar siete yacimientos arqueológicos”.
Piana explicó que, en caso de hallar elementos, “se pueden tomar dos alternativas: O se preserva y se busca algún tipo de obra que resguarde el sitio, o se puede hacer una excavación de rescate, recuperar el material y la mayor cantidad de información presente en el yacimiento, para permitir que se trabaje”.
El científico destacó que “Sabemos que en Tierra del Fuego tenemos ocupación humana desde hace unos 10 mil años, hace unos 8 mil se abrió el Estrecho de Magallanes, quedó gente, hemos encontrado yacimientos de 7800, 7400 y 6900 años, entre Cambaceres y Túnel; esa gente sobrevivió hasta que hace unos 6500 años llegaron los canoeros. Los restos de todas sus actividades han quedado en la costa”.
“El punto está en que cada yacimiento puede tener algún dato muy particular, por ejemplo, cuando se hizo la excavación por salvataje de un yacimiento al lado del río Pipo para una planta que tardó mucho en hacerse, una cosa que apareció fue una vértebra de lobo marino con una punta de flecha incrustada de lado a lado; se determinó que este proyectil entró por la panza, atravesó el diafragma y llegó a la columna, para esto se requiere una alta velocidad de penetración que no se puede alcanzar a mano humana. Y ahí es donde aparecieron los datos más antiguos de arcos en Tierra del Fuego. En otro caso, encontramos un diente de leche de un niño de más de 5 mil años, que nos permitió conocer datos de la lactancia y hasta el estrés de parto sufrido por el chico. Todo va armando un gran rompecabezas, que es patrimonio de todos” Finalizó el arqueólogo.
