uego de que el Ministerio de Salud de la Provincia diera a conocer una baja sostenida en los casos de diarrea, el ente sanitario celebró dichos resultados y aprovechó para informar sobre el trabajo del área de Laboratorio y sobre un fallo judicial de 2010 que abordaba la calidad del agua y la coloración de la misma.
Desde la Dirección Provincial de Obras y Servicios Sanitarios (DPOSS) manifestaron su satisfacción por las estadísticas difundidas por el Ministerio de Salud de la Provincia que dieron cuenta de una disminución en Ushuaia de los casos registrados de diarrea, lo que desde la cartera sanitaria atribuyen a las obras y medidas adoptadas en relación al tratamiento de líquidos cloacales y potabilización de agua.
Los datos surgen de un informe elaborado por la Dirección de Epidemiología e Información de la Salud que indica que hay una disminución sostenida de estos casos, de un 7% en 2016 y un 10% en 2017.
Los datos surgen de un informe elaborado por la Dirección de Epidemiología e Información de la Salud (DEIS) que detalla que en 2015 se registraron 7634 casos de diarrea, en 2016 hubo 7096 y el total proyectado para 2017, a partir de los datos relevados hasta junio, es de 6876.
"Estamos hablando de una disminución, desde el inicio de la gestión, de más de 750 casos", destacó el titular de la cartera sanitaria, y detalló que "se nota una disminución sostenida de un 7% en 2016 y un 10% en 2017", sostuvo el ministro de Salud Marcos Colman.
En este contexto, la DPOSS recordó que el área de Laboratorio realiza informes mensuales a partir de la toma de muestras en alrededor de 40 puntos de la ciudad y en las plantas potabilizadoras para el control bacteriológico sobre el agua producida y abastecida en la ciudad. El más reciente estudio correspondiente al mes de agosto, informa que "no se observan desviaciones respecto de los valores de referencia" indicados en el Artículo 982 del Código Alimentario Argentino, que establece cuáles son las características que debe poseer el agua potable de suministro público y domiciliario para ser considerada apta para la alimentación y uso doméstico.
En estos resultados, se explica además que "el color es el único valor que supera el máximo permitido, situación que ocurre eventualmente durante el año, debido a las características de las cuencas hídricas que abastecen las plantas potabilizadoras".
Respecto del color del agua, desde la DPOSS recordaron el fallo judicial de noviembre de 2010, donde un perito oficial dictaminó que el análisis del agua que se provee a la población está dentro de los valores permitidos y establecidos para aguas aptas para el consumo humano. Aunque se advirtió que los niveles de color se encontraban alterados, "dicha alteración ha quedado demostrado que no produce efectos nocivos a la salud, por cuanto los análisis bacteriológicos han sido satisfactorios en todos los casos". El dictamen judicial subraya también que "la presencia del color es una característica propia de la región y no una característica relacionada con el deterioro del recurso".
En ese marco, se cita un informe de la Dirección de Recursos Hídricos en el que se detalla que el agua que llega a las plantas presenta cierta coloración, propia “de la interacción con los turbales y bosques de su entorno” aunque siempre en valores normales “acordes a los niveles históricos, directamente relacionados con su entorno y sus características hidrogeológicas”, los que pueden fluctuar considerablemente a lo largo del año dependiendo de las condiciones climáticas.
Desde Obras Sanitarias recordaron el fallo dictado hace algunos años por la jueza a cargo de esa tramitación, Adriana Rapossi, quien exhortó a la Municipalidad de Ushuaia "para que arbitre los medios necesarios para evitar la contaminación de los recursos con efluentes cloacales, exigiendo mayor supervisión en la colocación de plantas de tratamiento en las nuevas urbanizaciones o asentamientos poblacionales".
