as Provincias Argentinas y sus respectivos gobernadores estarán hoy expectantes al discurso que pronuncie el presidente de la Nación, Mauricio Macri, que indefectiblemente tendrán un impacto en el manejo de los recursos del estado y en los índices recaudatorios de Ingresos Brutos. No se sabe en qué plazos se sentirán, pero el Gobierno Nacional busca principalmente bajar la presión tributaria para incentivar la inversión y la creación de puestos de empleo.
La gobernadora Rosana Bertone será una de las Mandatarias que junto a sus pares estará sentada entre las primeras filas del Centro Cultural Néstor Kirchner donde Macri realizará los anuncios. El impacto más sensible que más preocupan son la reducción de los porcentajes de ingresos brutos que son impuestos que perciben como recaudación interna cada provincia. Para la Nación son imposiciones distorsivas que atentan contra la productividad y encarecen las producciones en cada una de las jurisdicciones.
La gobernadora Bertone fue consultada sobre las expectativas para este lunes y dijo esperar que “podamos ponernos de acuerdo en algunos puntos que deberían ser políticas de Estado” aunque evitó pronunciarse en términos políticos y concretos hasta que no se oficialicen punto por punto las decisiones de la Nación. Igualmente se manifestó a favor de llevar adelante acciones para “el crecimiento del país, con el objeto de que se incentive el mundo del trabajo en argentina”.
La Gobernadora fueguina se pronunció una vez más “para que se lleven adelante acciones que redunden en un mayor federalismo” y no olvidó mencionar “la política exterior, especialmente Malvinas y el Atlántico Sur, que son temas importantes para nuestra provincia”.
Además de los gobernadores estarán las autoridades del gabinete nacional y de las cámaras parlamentarias, ministros de la Corte Suprema de Justicia y representantes del empresariado, el sindicalismo y las universidades. Si bien el temario no trascendió oficialmente, en algunos diarios nacionales ya se habla de varios ítems que Macri propondrá acordar con la larga lista de invitados.
Habrá anuncios sobre el control del gasto público, en el marco de dos reformas: una impositiva, para bajar la presión fiscal; y otra laboral, para dinamizar el mercado de trabajo.
En la agenda estará presente el tema del anunciado "Blanqueo laboral", eliminar aportes patronales para los salarios menores a $ 10.000 y extender la licencia para los padres recientes y otorgar la posibilidad de un mes al año sin goce de sueldo.
Macri también pretende cambiar la fórmula que determina el ajuste de los haberes jubilatorios, pensiones y demás prestaciones sociales reformando la Ley de Movilidad de 2009. La idea que es actualizarlos por la inflación y de manera trimestral. Por ahora descartan cambiar la edad para jubilarse, que hoy es de 60 años para las mujeres y 65 para los hombres.
Bajo la nueva fórmula de cálculo que impulsa el Gobierno, para el año próximo según las metas de inflación, el Gobierno avalaría que las jubilaciones aumenten un 10% si la meta inflacionaria resulta igual a la prevista. Según los números del Presupuesto 2018, eso significaría un aumento menor al previsto para los jubilados el año próximo (22%) surgido de la combinación de la suba salarial del Indec o del Ministerio de Trabajo, más la de la recaudación tributaria por beneficiario a la Anses.
Reforma tributaria
El Gobierno buscará consenso para gravar las inversiones mayores a $1,4 millones en bonos, plazos fijos y Lebacs. Además, pretende cobrar IVA a servicios de empresas no radicadas en el país (caso Netflix), deducirá parte del impuesto al cheque de Ganancias y buscará reducir la alícuota de este gravamen de 35% a 25% para empresas que reinviertan las utilidades.
Todas las propuestas de la reforma tributaria se debatirán en el Congreso, pero no en una sola ley, sino en cuotas, a medida que el Gobierno vaya acordando con los gobernadores e intendentes la eliminación de impuestos y tasas distorsivas.
El plan que tiene entre manos el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, contempla, por ejemplo, que los Ingresos Brutos vayan reduciéndose de a 0,5 a un punto por año, de acuerdo con las necesidades financieras de cada jurisdicción. Hacerlo de golpe generaría un desfalco que los gobernadores no están dispuestos a afrontar.
La carga tributaria argentina bajó dos puntos, del 43 por ciento al 41 por ciento del PBI, en lo que va de la era Macri, principalmente, por la eliminación de retenciones a las exportaciones agrícolas e industriales. “Pero aún está entre las más altas del mundo”, se queja el presidente de la UIA, Adrián Kauffman Brea.
Eso le quita competitividad a la economía y no hay devaluación que valga la pena. La iniciativa macrista busca llevar el peso del Estado al 33 por ciento en 2023, y empezará ahora por una baja en los aportes patronales.
