uego de zarpar del puerto de Ushuaia, el rompehielos ARA “Almirante Irízar” arribó ayer por la mañana a los Talleres Navales de Dársena Norte (TANDANOR) tras haber efectuado las pruebas de hielo en aguas antárticas.
Por su parte, la Segunda Escuadrilla Aeronaval de Helicópteros también se embarcó en la unidad y volvió a sobrevolar la zona, a una década de su último viaje por el continente blanco.
Para su recibimiento, estuvo presente el Ministro de Defensa Oscar Aguad, acompañado por el Jefe del Estado Mayor General de la Armada, Almirante Marcelo Eduardo Hipólito Srur, y el Director General del Material de la Armada, Contralmirante David Fabián Burden. También asistieron el Comandante Conjunto Antártico, Comodoro de Marina Pablo Fal, junto a su antecesor y actual Director de Sanidad de la Armada, Comodoro de Marina Marcelo Cristian Tarapow.
Ya amarrado el rompehielos, las autoridades navales y del Ministerio de Defensa realizaron un breve recorrido por el “Irízar”; y tras saludar a su Comandante, Capitán de Fragata Maximiliano Mangiaterra, Plana Mayor y tripulación, recibieron una exposición sobre las diferentes pruebas concretadas por el buque. La Banda de Música de la Armada también participó del acto rindiendo honores.
Las pruebas de hielo
Las mismas tuvieron como objetivo principal observar el desempeño de la unidad, en el marco del proceso de reconstrucción y remodelación al que fue sometida en los últimos años.
Para eso, en una primera instancia, el buque navegó por zonas con “hielo a la deriva” y, una vez superada esa etapa, lo hizo por campos de hielo de mayor espesor y altura. De esta forma, se buscó exigir a los sistemas, equipos y motores de propulsión a condiciones de temperaturas bajo cero, para luego evaluar sus reacciones.
Las actividades contaron con el apoyo de la Segunda Escuadrilla Aeronaval de Helicópteros –perteneciente a la Fuerza Aeronaval Nº2–, que a bordo de un Sea King y tras diez años sin sobrevolar la zona, llevó adelante viajes a la base antártica Orcadas y exploraciones junto a profesionales, para determinar el área de operaciones del rompehielos.
“Ha sido un desafío cumplido que hace a la integración y al espíritu del rompehielos”, comentó el Comandante de la unidad, Capitán de Fragata Maximiliano Mangiaterra. “Esta navegación cierra un ciclo de adiestramiento e instrucción fundamental para que toda la tripulación pueda participar en sus roles de forma adecuada durante la campaña antártica”, detalló al portal La Gaceta Marinera.
A lo largo del recorrido, el buque de la Armada Argentina operó con hielos de hasta 4 metros, sobre los cuales se realizaron prácticas de ramming, impactando sobre éstos hasta conseguir agrietarlos y así abrirse paso.
Esta fue la última de las pruebas de aceptación de puerto, mar y hielo, que le permitirá a la Armada Argentina obtener la certificación final del buque. Una vez adquirida, la unidad será entregada al Comando Naval Antártico y comenzará con su alistamiento para la Campaña Antártica de Verano.
Las pruebas en el “Irízar” habían comenzado en abril, cuando el buque zarpó desde el Complejo Industrial y Naval Argentino (CINAR) para efectuar el primer ajuste de sistemas. A aquella navegación inicial le siguieron varias más por Buenos Aires, Puerto Belgrano y Ushuaia. En todas ellas, así como en esta última visita antártica, científicos, investigadores y profesionales de diferentes organismos fueron sumándose a la dotación del buque para supervisar su comportamiento y asegurar el óptimo desempeño de la unidad.
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