l domingo, pasadas las 15, la ciudad de Río Grande fue escenario de un hecho emotivo: la tan esperada llegada de Emilio Saez, el icónico panadero tolhuinense que lejos de haberse visto tentado de disfrutar de una plácida y relajada vida prácticamente hecha, decidió impulsar varias causas sociales a través de una travesía de a pie, desde La Quiaca hasta su ciudad, Tolhuin.
Vecinos de esa ciudad lo recibieron en la zona del Monumento del Cristo, y posteriormente se trasladó al monumento de los Caídos de Malvinas (causa que también impulsó a lo largo de su camino), donde brindó una charla y fue reconocido por los Veteranos a través de la entrega de una placa. También se hicieron presentes en el recibimiento autoridades del Municipio y de la Provincia.
Emilio ya venía siendo motivo de sorpresa en cada fueguino que pudo cruzar en la ruta. Además de figura en los medios de cada ciudad que visitó y de las instituciones que lo recibieron para que de su mensaje sobre su proyecto ambiental y social.
A lo largo de su proyecto fue dando difusión a la importancia de evitar que “las rutas argentinas se conviertan en un basural a cielo abierto”, como advierte, revelando que su principal motivación es “dejar un mundo mejor para nuestros hijos, y sus hijos”.
Además, el panadero resalta que como sociedad “somos una provincia que tenemos mucho que aprender” respecto al cuidado y valoración del ambiente. Viene de recorrer el país de punta a punta y destaca la belleza de Argentina y la importancia de tomar conciencia para las generaciones futuras.
Se mostró muy emocionado por el cálido recibimiento, y en parte siente que se debe a “tanta gente que acompañó” su proyecto. En declaraciones a un medio de Río Grande, Emilio adelantó que “tengo que llegar a Ushuaia y después ir a Malvinas, porque los ex combatientes me han hecho ver otra realidad de lo que es Malvinas”.