Un coloquio de peritos declaró durante toda la jornada
Juicio oral y público por presunta mala praxis médica

Un coloquio de peritos declaró durante toda la jornada

Se trata de dos forenses de Tierra del Fuego, dos de la Corte Suprema de Justicia y uno aportado por la defensa. Investigan a un ginecólogo de Ushuaia por la muerte de una mujer ocurrida en abril de 2011, horas después de una cesárea. Los peritos debatieron acerca de si la víctima presentaba o no una enfermedad que habría desencadenado una crisis hepática. Mañana serán los alegatos de las partes.
18/04/2018
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n coloquio de peritos declaró ayer durante toda la jornada en la continuidad del juicio oral y público donde se juzga por presunta mala praxis médica al ginecólogo de Ushuaia Marcelo Torroba, a raíz del fallecimiento de una mujer ocurrido hace siete años.
Torroba está imputado del supuesto delito de “homicidio culposo”, por la muerte de Carina Adriana López, quien falleció en abril de 2011, dos días después de haber dado a luz a su hija mediante una cesárea realizada por el conocido profesional de la ciudad.
La declaración conjunta de cinco profesionales citados por el Tribunal Oral en lo Criminal de Ushuaia constituyó la parte más importante de la audiencia desarrollada en la víspera, que estuvo íntegramente destinada a escuchar testimonios.
Los jueces dispusieron de una mesa frente al estrado donde se ubicaron en forma simultánea los dos peritos forenses del Poder Judicial de Tierra del Fuego, Carlos Alegre Gervasoni y Juan Ávalos, las peritas del Cuerpo de Peritos Forenses de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Adriana D'Addario y Silvia Palomero, y un perito de parte aportado por la defensa de Torroba, de apellido Firpo.
A lo largo de un extenso intercambio de preguntas de las partes y de los magistrados, los expertos respondieron y debatieron sobre las circunstancias de la muerte de la víctima, y en especial acerca de si presentaba o no una patología propia del embarazo llamada “preeclampsia”, que genera un aumento de la presión arterial y que, de acuerdo a la acusación fiscal, habría derivado, por no ser tratada adecuadamente, en un daño en el hígado y en una hemorragia que no pudo ser controlada por los médicos en las horas posteriores a la cesárea.
En ese sentido, la postura de la defensa ejercida por el abogado Raúl Paderne, y sostenida por el perito de parte, es que la mujer nunca tuvo diagnosticada esa enfermedad.
Por eso hicieron hincapié en que de la historia clínica de la paciente no se desprende que haya presentado hipertensión ni que haya sido medicada por ese tema, y que incluso al momento de presentarse a la cesárea se encontraba “asintomática” y ella misma manifestó que no estaba tomando medicamentos para la presión.
El perito Firpo también deslizó que en caso de haber presentado “preeclampsia”, el feto no hubiera logrado el desarrollo que tuvo, llegando a pesar casi 4 kilos al momento de nacer.
Sin embargo, las peritas de la Corte dijeron “coincidir parcialmente” con esa lectura, y sostuvieron que la enfermedad también puede presentarse de manera “leve” o en fases del embarazo que no afectan el crecimiento del feto.
También sostuvieron que el síndrome de rotura hepática por el que murió la mujer, solo se produce a consecuencia de la “preeclampsia”, algo con lo que no coincidió el abogado defensor, quien dijo poder demostrar que en el 30 % de los casos el mismo síndrome se origina por causas inespecíficas.
Durante la audiencia también se dio lectura a documentación de donde surge que la mujer fue medicada para la presión el 28 de marzo, aunque ella misma dijo que no tomaba remedios cuando se la consultó el 11 de abril.
El tribunal presidido para la audiencia por el juez Rodolfo Bembihy Videla, e integrado por los jueces subrogantes Felicitas Maiztegui Marcó (es la jueza Correccional de Ushuaia) y Manuel López (es el juez de Ejecución) participó activamente del interrogatorio a los peritos, en especial a través de preguntas formuladas por Bembihy Videla y por Maiztegui Marcó.
El juicio pasó después a un cuarto intermedio hasta mañana en que se llevarán a cabo los alegatos de las partes.

El caso

El juicio comenzó este lunes con la declaración indagatoria de dos horas prestada por Torroba, luego de la lectura del requerimiento fiscal de elevación a juicio realizada por el fiscal Eduardo Urquiza.
El médico se defendió de los cargos que le endilga la acusación fiscal y aseguró que el deceso de la mujer no se produjo como consecuencia de un error en su desempeño.
Después comenzó la ronda de testimonios con la declaración del esposo de la víctima, y los médicos Beatriz Peralta y Guillermo Guildburd.
Según la acusación, Torroba le practicó una cesárea a la mujer el 20 de abril de 2011 a las 9.45.
Carina López se encontraba cursando un embarazo de 40 semanas y 5 días al momento de dar a luz, y la operación realizada en la Clínica San Jorge se llevó a cabo debido a que la bebé se encontraba en una posición inadecuada para poder llevar adelante un parto natural.
En la acusación del Ministerio Público Fiscal, se menciona que al producirse la intervención, el profesional “causó una inflamación en el hígado que, inmediatamente, produjo un sangrado de manera incesante que derivó en una falla multiorgánica y paro cardiorespiratorio”.
El fallecimiento de la mujer ocurrió el 22 de abril a las 8 de la mañana, luego de que los médicos no pudieran detener la hemorragia, y según la Fiscalía, la responsabilidad penal del acusado consiste en no haber tomado los recaudos antes de la intervención.

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