Se aprobó parcialmente el estudio de impacto ambiental
Corredor Costero Canal Beagle

Se aprobó parcialmente el estudio de impacto ambiental

La Secretaría de Ambiente aprobó el estudio de impacto ambiental de los tramos Estancia Remolino-Ruta J y Ruta J-Estancia Moat, como así también los estudios ambientales para la extracción de áridos en dos canteras. La parte correspondientes a la sección Baliza Escarpados-Estancia Remolinos y el tramo Estancia Moat-Cabo San Pío continúa en evaluación.
03/01/2019
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ediante el dictado de tres resoluciones, la Secretaría de Ambiente aprobó el pasado jueves 20 de diciembre la guía de aviso de proyecto y el estudio de impacto ambiental correspondiente a la sección  II del tramo I y al tramo II de la obra vial Corredor Costero Canal Beagle, y los estudios de impacto ambiental para la extracción de áridos en dos canteras que fueran presentados por la empresa constructora Felipe Gancedo. De todas maneras, y tal se indica en las mencionadas resolución, la empresa para poder comenzar efectivamente con la obra de mejora de la traza vial existente entre Estancia Remolino-Ruta J y Ruta J- Estancia Moat deberá contar con la autorización correspondiente “de las autoridades competentes en la materia” (como por ejemplo la Dirección de Recursos Hídricos para las obras hidráulicas o la de empresas prestadoras de servicios que puedan verse afectadas por las excavaciones a realizar), en tanto que para el caso de las canteras, y de manera previa al inicio de la actividad extractiva, deberá “realizar el estudio de profundidad de la napa freática y calidad del agua subterránea, conforme a lo que determine la Dirección de Recursos Hídricos, a efectos de minimizar el impacto sobre la misma y establecer la profundidad máxima de extracción permitida”.
Las aprobaciones dadas contemplan no sólo la obligación de dar cabal cumplimiento al plan de gestión ambiental propuesto por la empresa, sino también tener que implementar y cumplir como una serie de requerimiento exigidos por la Secretaría de Ambiente.

Mejora de calzada existente

En lo que hace específicamente a la aprobación de la guía de proyecto  y estudio de impacto ambiental de la obra vial en sí, en la resolución 700/18 se deja expresa constancia que se trata de “la aprobación parcial” del estudio, y que alcanza únicamente al correspondiente a la sección II del tramo I y al tramo II (que representan el 65% de la extensión de la obra proyectada) ya que ambos presentan como característica común que la obra a realizar es la de mejora de la calzada existente, no así a la sección I del tramo I (Baliza Escarpados-Estancia Remolinos) ni al tramo III (Estancia Moat-Cabo San Pío), “conforme a que cada tramo presentado en la propuesta comprende características y complejidades ambientales diferentes, lo cual requiere diferente tiempo y profundidad de análisis”.
Se comparte el criterio de la consultora contratada por la empresa Gancedo que para los tramos aprobados “los impactos ambientales se encuentran reducidos ya que se trata de actividades vinculadas al mejoramiento de la traza existente, resaltando un impacto puntual en sitios donde se requiere la rectificación de la traza por razones de seguridad vial y resultan nulos los impactos negativos en sectores donde la traza actual será respetada y mantenida por cuestiones de preservación del patrimonio cultural, y destaca que en compensación al impacto que ocasione la obra en dicho sector será compensada a partir de tareas de limpieza; forestación y revegetación, según corresponda”.
En función de ello se recuerda que el ancho de calzado deberá respetar los 6,7 metros propuestos y las banquinas los 1,5 metros. Además respalda la  propuesta de mantener en el sector Harberton la calzada existente de 9 metros de ancho, ya que las alternativas presentadas generarían “en caso de ejecutarse fuertes impacto negativos sobre turbales, bosques y el paisaje circundante”.
Entre los requerimientos exigidos a la empresa figuran el tener que presentar una adenda al Estudio de Impacto Ambiental ante eventuales cambios de traza; detener los trabajos e informar a la autoridad competente ante “el hallazgo potencial de restos arqueológicos o paleontológicos” hasta tanto se determine la factibilidad de la continuidad de la obra y la acciones a adoptar con el hallazgo; reducir el ancho de calzada, cunetas y banquinas en sectores de montaña y alta pendiente, y  no colocar pilotes dentro de los cauces de los ríos.

Extracción de áridos

En las otras dos resoluciones mencionadas, la 688 y las 689, se aprueban los estudios de impacto ambiental referidos a la extracción de áridos en las denominadas cantera I y cantera II. La primera de ellas se proyecta en cercanías de Punta Paraná y a 13 kilómetros de Almanza, con una superficie “autorizada para la extracción de 1,05 hectáreas, en un terreno ya intervenido para la misma actividad”, en tanto que la segunda se encuentra ubicada entre el límite del predio de Estancia Harberton y el de Estancia Moat y contará con una superficie de 4,8 hectáreas que abarca bosque nativo en categoría II (sectores de alto o medio valor de conservación), compuesto por la especie guindo. Si bien la ley de Presupuestos Mínimos de Protección Ambiental de los Bosques Nativos determina que lo bosques categoría II no pueden desmontarse, la Secretaría de Ambiente señala que por tratarse el Corredor del Beagle de un proyecto de obra pública de infraestructura  “queda excluida” de esa prohibición, por lo que el proyecto de cantera “se encuentra en condiciones de ser aprobado”.

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