Procesaron a violador por abusar de su hija de 9 años estando preso
Increíble episodio en una cárcel de Ushuaia

Procesaron a violador por abusar de su hija de 9 años estando preso

La investigación judicial demostró que el recluso, de 35 años y que cumple una pena de 15 años de prisión, aprovechó el horario de visitas del establecimiento carcelario donde se encuentra recluido para abusar sexualmente de su propia hija. La Justicia también procesó a un subalcalde del Servicio Penitenciario por la falta de controles que posibilitaron el hecho.
17/04/2019
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a Justicia de la provincia procesó a un hombre que mientras está preso por violar a una niña menor de edad, abusó sexualmente de su hija biológica de 9 años dentro de la cárcel de la ciudad de Ushuaia donde cumple condena, informaron ayer fuentes judiciales.
La investigación judicial demostró que el recluso, de 35 años y quien cumple una pena de 15 años de prisión por la violación de una niña que estaba bajo su cuidado, aprovechó el horario de visitas del establecimiento carcelario donde se encuentra recluido, para abusar sexualmente de su propia hija de 9 años.
El juez de instrucción 1 de Ushuaia, Javier De Gamas Soler, procesó al imputado por los delitos de “abuso sexual simple” y “abuso sexual gravemente ultrajante”, en ambos casos “agravados por el vínculo” y cometidos “en un número indeterminado de oportunidades”.
Además, dictó el procesamiento del subalcalde del Servicio Penitenciario Provincial, Héctor Ceferino Ramos, a quien responsabilizó de incumplir sus deberes de funcionario al no garantizar los controles que “hubieran impedido” el abuso en perjuicio de la menor de edad, señalaron las fuentes.
Según reconstruyó la Justicia, la niña iba a visitar a su padre los domingos, en la Alcaidía de Ushuaia de la calle Goleta Florencia, que funciona como establecimiento carcelario de la capital fueguina.
Una vez que traspasaba los controles de entrada, acompañada de una tutora, ingresaba a una celda que su progenitor tapaba con “sábanas, cortinas y una frazada” para que no pudiera verse desde el exterior.
Los abusos -dedujeron los investigadores- ocurrieron durante el lapso de las 29 visitas realizadas entre agosto de 2017 y el 29 de julio de 2018, ya que un día después de la última vez que estuvo en la Alcaldía, la niña le confesó a su madre que “papá me toca y me hace cosas de grande”, según figura en la resolución judicial a la que accedió este medio.
El juez tuvo en cuenta como evidencia “el relato creíble de la víctima”, la pericia psicológica que demuestra “signos compatibles con abusos sexuales recientes” y el informe psiquiátrico donde se indica que el acusado posee “rasgos psicopáticos” y orientación hacia la “pedofilia”.
Si bien el sujeto, que también tiene otro hijo menor de edad, negó en su declaración indagatoria haber cometido el abuso sexual e incluso haber estado a solas con la niña, el magistrado valoró el testimonio de agentes penitenciarios y otros reclusos que coincidieron en haber visto entrar y salir solos de la celda al imputado y su hija.
La pequeña concurría al establecimiento llevada por una tutora, dado que la madre se niega a ver a su ex pareja, y en un pasillo de la cárcel era dejada sola con el padre durante todo el tiempo de duración de la visita, relataron los testigos.

El rol penitenciario

En cuanto al desempeño de los agentes penitenciarios, la Justicia responsabilizó al subalcalde de “no haber dispuesto más personal para controlar a los visitantes”, lo que “habría evitado la comisión del delito”, indica el auto de procesamiento.
“Ramos era la persona indicada para solucionar esta cuestión, porque como se encuentra acreditado (en la causa) la designación de guardias y recargas era justamente su labor”, sostuvo De Gamas Soler.
Y agregó que “el funcionario incumplió deliberadamente sus obligaciones legales y quedó expuesta su conducta ilícita a partir de la repudiable acción que desarrolló el interno en contra de su hija”.
Además, el juez sobreseyó a otros cuatro agentes penitenciarios que habían sido indagados por su presunta responsabilidad en la falta de controles.
Por otra parte, como el acusado cumplirá la mitad de su condena, por el primer abuso, en noviembre de este año, el juez también le dictó “prisión preventiva” para evitar que pueda gozar de cualquier salida transitoria de la cárcel, a pesar de que ello no le impidió volver a delinquir.
“Estimo que en caso de recuperar su libertad, el imputado entorpecerá la investigación y tratará de eludir la acción de la justicia, por cuanto de ninguna manera se ha desvirtuado el riesgo procesal que acarrea concederle la libertad al acusado”, indicó el magistrado.

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