l anuncio formulado el viernes sobre la finalización de las negociaciones entre el Mercosur y la Unión Europea para la firma de un Acuerdo de Asociación Estratégica con la Unión Europea, no fue bien recibido por sectores de oposición al Gobierno nacional. A los cuestionamientos planteados por el precandidato a Presidente del Frente de Todos, Alberto Fernández, y por el ex ministro de Economía y precandidato a Gobernador de la Provincia de Buenos Aires por ese frente, Axel Kicillof, se sumaron los de la gobernadora Rosana Bertone.
La mandataria, y precandidata a Diputada Nacional por ese mismo espacio político, difundió a través de redes sociales copia de la nota que remitió al Canciller Jorge Faurie.
En la misiva, Bertone manifiesta su preocupación “respecto a las posibles consecuencias que tendrá la suscripción del tratado de libre comercio entre el MERCOSUR y la Unión Europea”. En términos generales, señala que el acuerdo “se celebraría entre economías con grados de desarrollo muy diferentes por lo que los beneficios del mismo se distribuirán de manera asimétrica, beneficiando a la contraparte”.
En tanto que en lo que hace específicamente al impacto que el acuerdo tendría para Tierra del Fuego, Bertone evalúa que “implicaría la pérdida de una de las ventajas del régimen de promoción industrial, amenazando la producción y el empleo debido a la eventual competencia europea en el mercado local; afectando también las exportaciones provinciales debido a la pérdida del estatus actual para exportar a otros mercados del MERCOSUR. Situación que agravaría las dificultades propias de una provincia con características de insularidad, con largas distancias a los grandes centros urbanos y de consumo del país”. Agrega, además, que “los productos europeos ingresarán con las mismas ventajas que los argentinos al resto del MERCOSUR, generando que la producción argentina que se exporta a dicho destino se vea eventualmente amenazada”.
En función de ello, Bertone solicitó al Canciller le remita “información respecto al potencial alcance estimado hacia la economía de la Provincia”.
Si bien no es parte del texto oficial presentado ante Cancillería, la Gobernadora precisó en su publicación en Facebook que comparte “las expresiones de Alberto Fernández en cuanto a que en este acuerdo no queda claro cuáles son los beneficios concretos para nuestro país. Pero si queda claro cuáles serían los perjuicios para nuestra industria y el trabajo argentino”, y a la vez que lamentó “la manera inconsulta en la que se avanzó en este acuerdo y exigimos que se informe a la Provincia sobre los impactos que el mismo generará en el trabajo y la producción de Tierra del Fuego. Y sobre todo, de cara al futuro, se informe cómo se defenderá la posición soberana de la Argentina sobre nuestros territorios insulares, la Antártida y las islas del Atlántico Sur”.
Desde el Gobierno nacional se calificó a la asociación estratégica con la Unión Europea como “un hito para la inserción internacional de la Argentina ya que aumenta las exportaciones de las economías regionales, consolida la participación de nuestras empresas en cadenas globales de valor, promueve la llegada de inversiones, acelera el proceso de transferencia tecnológica y aumenta la competitividad de la economía, todo lo cual generará un incremento del Producto Bruto Nacional y el aumento del empleo de calidad. Además, constituye un sello institucional que da carácter permanente a la relación estratégica con la UE, garantizando transparencia, previsibilidad y reglas claras para los actores económicos”.
En la información difundida por la Cancillería en el sitio oficial del MERCOSUR se agrega que “el acuerdo alcanzado asegura los principales objetivos trazados por los países del Mercosur ya que mejora las condiciones de acceso en bienes y servicios para nuestras exportaciones, a la par que permite un tiempo de transición para la apertura comercial de los bienes y servicios europeos y preserva herramientas de desarrollo industrial en campos como propiedad intelectual, compras públicas y defensa comercial”. También se indica que “el acuerdo trasciende los fines meramente comerciales y marca un antes y un después en la integración internacional de la Argentina y en el proceso de desarrollo económico nacional. Es, además, el resultado de un esfuerzo de diálogo, coordinación y entendimiento tanto entre los países miembros del Mercosur, así como entre sus gobiernos y el sector privado, cámaras sectoriales y asociaciones sindicales de cada uno de ellos. Asimismo, fortalece internamente al Mercosur y consolida y amplía el horizonte de su agenda de inserción internacional”.
Se destaca como altamente relevante que “el acuerdo se implementará en forma gradual en tiempos que garantizan un proceso de adecuación de la economía argentina a la competencia internacional. Para los países del Mercosur los plazos de desgravación arancelaria se extenderán, en promedio, en períodos de 10 y hasta 15 años, mientras que la UE aceptó plazos de desgravación con el Mercosur de forma inmediata, situación sin precedentes en otras negociaciones del bloque europeo”.
