pocos días de la fecha fijada para el juicio oral y público contra Walter Cayo por presunto maltrato animal -ex encargado del centro invernal Valle de Lobos-, la defensa del imputado pidió que se genere la instancia de mediación para intentar una resolución alternativa.
En 2019 el Juzgado Correccional de Ushuaia había establecido que el juicio comenzara el próximo miércoles 18 de marzo, y en las audiencias se abordaría el presunto maltrato de 87 perros alaskanos y siberianos cuando se encontraban alojados en el centro invernal; a partir de la denuncia presentada por la Asociación Civil Protectora de Animales “Patitas Tolhuin”.
La semana pasada, la jueza Felicitas Maiztegui Marcó hizo lugar a la presentación de la defensa de Cayo que requirió la mediación, ya que no cuenta con antecedentes penales, y le solicitó al Centro de Medicación Judicial (CE.DE.ME) que consulte al presunto damnificado, Pedro Curuchet –propietario del Valle de Lobos, que ya no reside en la provincia- si tiene la voluntad de acceder a esta instancia.
La jueza indicó que la mediación entre ambos podría realizarse a través de distintos sistemas de comunicación como videoconferencia o skype. De acuerdo a la disposición, el CE.DE.ME deberá informar sobre la voluntad de Curuchet de participar en esta etapa, antes del 12 de marzo. En caso de que el propietario no acceda, Cayo deberá sentarse en el banquillo de los acusados y defender su inocencia.
La investigación
En marzo de 2018 la Asociación Protectora ‘Patitas Tolhuin’ denunció penalmente al entonces encargado del Valle de Lobos, Walter Cayo. En ese momento, desde la agrupación solicitaron la intervención urgente de la Justicia y de los organismos gubernamentales, para defender y salvar a los animales. “Presentamos la denuncia penal para que esto no vuelva a pasar”, había señalado Susana Sosa.
En noviembre del año pasado el juez de instrucción, Javier de Gamas Soler, procesó y embargó a Cayo, por el delito de maltrato animal previsto en la Ley Nacional 14.346. La defensa había presentado un pedido de probation (suspensión del juicio a prueba), que comprendía el pago de un resarcimiento económico, pero la solicitud no prosperó.
“Se tiene debidamente acreditado que Walter Cayo no alimentaba en cantidad y en calidad suficiente a los animales que tenía a su cargo, que los hacía trabajar en jornadas excesivas sin proporcionarles el descanso adecuado y que eran empleados en el trabajo cuando no se hallaban en estado físico adecuado”, refirió el juez en el procesamiento.
Testigos relataron situaciones referidas a perros con mala alimentación, sin cuidado veterinario, desnutrición, sin masa muscular y con parásitos, y señalaron que a pesar de ello eran “obligados” a correr en las competencias que se desarrollaban en la zona de los centros invernales.
