ste sábado se llevó a cabo en la Plaza Manuel Belgrano de Ushuaia el acto central por el 213º aniversario del Éxodo Jujeño, con la participación de autoridades provinciales, municipales y judiciales, veteranos de guerra, fuerzas armadas y de seguridad, diplomáticos, representantes de asociaciones civiles y delegaciones escolares con sus banderas de ceremonia.
De forma simultánea, en Río Grande también se realizó un homenaje en la Plaza Jujuy, donde funcionarios provinciales acompañaron a vecinos y organizaciones sociales en el recuerdo de aquella gesta que marcó la historia argentina.
El Éxodo Jujeño tuvo lugar el 23 de agosto de 1812, cuando el pueblo jujeño, bajo las órdenes del general Manuel Belgrano, decidió abandonar sus hogares, pertenencias y tierras en un acto de profundo amor a la patria. La estrategia militar, que implicaba arrasar con todo lo que pudiera ser aprovechado por el enemigo realista, fue clave para garantizar el posterior triunfo de las fuerzas patriotas en la batalla de Tucumán.
Lejos de ser una retirada, aquella acción significó una declaración de dignidad y compromiso con la libertad, protagonizada por hombres, mujeres, niños y ancianos que, unidos en el sacrificio, fortalecieron el camino hacia la independencia.
Durante el acto en Ushuaia, funcionarios provinciales remarcaron la vigencia del legado de Belgrano y del pueblo jujeño, destacando valores como la solidaridad, la unidad y la valentía frente a la adversidad. “El Éxodo Jujeño nos recuerda que la independencia no fue un hecho aislado, sino una construcción colectiva de un pueblo dispuesto a sacrificarlo todo por la libertad”, se señaló en el mensaje oficial.
La conmemoración, que se replica cada año en distintas ciudades del país, busca mantener viva la memoria de un episodio fundacional para la identidad nacional y rendir homenaje al espíritu de resistencia y patriotismo que dio sustento a las luchas independentistas en el siglo XIX.