n una carta fechada este día, el naturalista Charles Darwin expresa su sorpresa al ver izada la Union Jack en las islas Malvinas, luego de la ocupación consumada por tropas británicas, el 3 de enero de ese año.
“Hemos llegado aquí (…) al comienzo de este mes (…) Con gran sorpresa hallamos izada la bandera inglesa. Supongo que la ocupación de este lugar debe haberse noticiado recién ahora en los diarios ingleses; pero nos enteramos que toda la parte austral de América bulle de fermento (…) Por el lenguaje terrible de Buenos Aires, uno supondría que esta gran república entiende declarar la guerra en contra Inglaterra”.
En la misma fecha del año siguiente, Darwin remite otra carta al comerciante inglés Lumb, radicado en Buenos Aires. Después “de referirse a la rebelión del gaucho Rivero, también ironiza: “Tengo la curiosidad de saber qué cosas dice el prudente gobierno de Buenos Aires sobre lo ocurrido. Supongo una “justa revuelta”… sus pobres súbditos gimiendo bajo la tiranía de Inglaterra”” (Aníbal Ford. Darwin, Fitz Roy y la política inglesa. Revista Todo es Historia N° 202).
Ford consideró que bajo la pantalla de los objetivos científicos del viaje de la Beagle había otros subalternos: “Es decir no sólo los objetivos científicos del viaje estaban relacionados con los objetivos comerciales y militares de Inglaterra, sino que también los científicos del Beagle eran cuando se daba la ocasión, más ingleses que científicos…”
El contexto histórico en el que se desenvolvió la segunda expedición comandada por Robert Fitz Roy estuvo enmarcado por las invasiones inglesas a Buenos Aires (1806/ 1807); el primer viaje de Fitz Roy y el secuestro de nativos para adoctrinarlos como mediadores de la colonización (1826); el desembarco de las tropas de la fragata Clio y la ocupación militar de Malvinas (1833); la fundación, en 1844, de la Patagonian Missionary Society y las incursiones anglicanas por el Beagle a partir de 1850; el proyecto de creación de una región autogobernada por los galeses (1862) y la instalación de colonos en la Patagonia (1863); y la exitosa adaptación de ovinos en Malvinas y su proyección patagónica para abastecer de materia prima a la industria textil inglesa (segunda mitad del siglo XIX).
