Una poeta boliviana evoca a los nativos del fin del mundo
El 24 de junio de 2012

Una poeta boliviana evoca a los nativos del fin del mundo

24/06/2016
L

a escritora boliviana Marcia Mogro presenta su libro de poemas Restos de un cielo – partes vestigios fragmentos rastros, ambientado en la Tierra del Fuego de los pueblos originarios. Ella se pregunta: “quizá que habrá pasado ahí / qué siempre habrá pasado” y se   interroga sobre el destino de los “dueños del fin del mundo, los Selk´nam y los Kawéscar, pueblos milenarios destruidos por las sucesivas colonizaciones que asolaron esas regiones”, así refleja el diario La Razón de La Paz, la presentación del libro, que es calificada como “una de las obras más originales de la poesía boliviana actual”.
El poema citado continúa así: “que estaban viviendo en comunidad/ que fueron todos asesinados lee/ que han quedado dispersos lee/ que eran de sonrisa fácil/ que pintan su cuerpo con símbolos/  de cada uno/ de sus cielos y de sus tierras”.
Mogro cantó su tristeza por la desaparición de los nativos fueguinos en un poemario que  instaló en la particular geografía austral, que desde la llegada de los europeos dio riendas sueltas a las más diversas formas de imaginación.
Mogro imaginó: “el lugar donde estaban yo no lo conozco/ solamente he escuchado que ellos estaban ahí”,  y esas historias llegaron hasta ella: “se dice/ se cuenta/ se lee/ que estaban en esa playa/ en ese bosque/ porque ese era su lugar/ y siempre estaban ahí”. Y cada “selknam soñaba/ (evocaba selknam)/ selknam decía/ selknam pensaba/ selknam caminaba/ selknam en tristísimos atardeceres/ selknam imaginaba/ mientras botaba canoa/ mientras mezclaba tintes/ mientras pintaba cuerpo/ selknam soñaba”.
Fue el sexto poemario de la autora. En su presentación, Álvaro Diez Astete señaló: “Los Selk´nam y los Kawéskar, antes de ser exterminados, eran los pueblos indígenas más australes del planeta. ¿Pero qué tiene que ver este hecho antropológico con un libro de poesía? Ahora todo. Pues resulta que la palabra poética de Mogro, en este su último libro, compone un solo poema de largo aliento que, exento de subjetivismos, nos habla de esos pueblos canoeros del mar, desaparecidos, asesinados. Con lúcida evocación del genocidio, el poema nos dice sin concesiones cómo se arrasó la paz y la belleza de unas culturas irrepetibles. De ellos sólo han quedado los restos de un cielo: partes, vestigios, fragmentos, rastros”.

Autor : Bernardo Veksler
Etiquetas
Cuál es tu opinión sobre la nota?
  • Me interesó
    100%
    5 votos
  • No me interesó
    0%
    0 votos