ste día, el Poder Ejecutivo Nacional acredita en la cuenta del estado fueguino un adelanto de la coparticipación por 7.500.000 pesos, que es destinado al pago de salarios de ese mes de los empleados públicos. Ese monto, que sería descontado de las futuras asignaciones por ese concepto, se convierte en un crudo testimonio de la aguda crisis financiera en la que estaba inmerso el gobierno de José Estabillo.
Como reflejo de ello, la deuda total de la Administración Central ascendía, a esa fecha, a 321.665.211 pesos/dólares. Integrada, además del concepto anterior, por 143 millones adeudados a entidades financieras y bancarias, 8 millones a organismos internacionales, 61 millones de deuda flotante, 7 millones de letras de tesorería, 46 millones de títulos públicos, 61 millones de convenios con organismos y 18 millones de tasa judicial, según lo certificado por el Tribunal de Cuentas de la Provincia. Generando la dura conclusión que “la relación de endeudamiento con respecto a los recursos ordinarios, exceden las posibilidades reales de Tierra del Fuego” (Luis Moreno. La deuda de Tierra del Fuego).
Moreno sostuvo que “gran parte de la composición de esta deuda es de origen corriente, es decir que no proviene de inversiones reales, bienes tangibles o trabajos públicos, sino que forman parte del desborde de los gastos de funcionamiento”.
Esto ocurría a pocos años del paso a provincia, cuando Tierra del Fuego ostentaba “una situación envidiable. Las deudas acumuladas, que redondeaban una suma cercana a los 55 millones de pesos, fueron absorbidas por el Estado Nacional, y el flujo de recursos creció de manera abrupta a partir de esas circunstancias”. En 1991, año final del estatus territorial, Tierra del Fuego había recibido 122 millones de pesos; al año siguiente pasó a percibir 224 millones. El crecimiento anual fue progresivo hasta llegar a 1998 con 311 millones, salvo en los años 1995-1996, que hubo una leve disminución.
Esta situación favorable, hizo llegar a la conclusión que “Tierra del Fuego es la provincia con mejor perfil financiero del país”, según un informe de la Dirección Nacional de Promoción Regional.
No obstante, en los años inaugurales de la provincia hubo una constante: “el derroche y el manejo político del gasto”, que Moreno calificó de “un vicio incorregible” del gobierno fueguino.
