n la edición de este día del diario La Nación, se asegura que el proyecto de ley de creación de una colonia penal en Tierra del Fuego “tiene mucha aceptación en el Congreso”.
La primicia de la noticia había sido del diario La Tribuna Nacional que informó que el Poder Ejecutivo Nacional se aprestaba a enviar la iniciativa de creación de un presidio austral. “La noticia, como ocurre con lamentable frecuencia en parte de la prensa diaria, es parcialmente inexacta”. La propuesta era “mucho más novedosa para nuestro medio que la representada por esos tipos de institutos penales, y mucho más trascendente para los intereses del país. Consiste nada menos que en un proyecto de colonización penal en la Tierra del Fuego. Representa, por otra parte, la primera iniciativa concreta para poblar y desarrollar esa rica porción del territorio nacional, hasta entonces descuidada” (J. Carlos García Basalo. Revista Karukinka 19 y 20).
En el mensaje enviado por el PEN se argumentó: “El establecimiento que se proyecta respondería indudablemente al propósito de adoptar la forma más civilizada, noble y humanitaria”, a través de “un sistema que permita al penado acrecer su peculio, que le haga accesible la adquisición de la propiedad bajo cláusulas resolutorias, que no le impidan reunir a su lado a sus parientes para reconstruir su familia, como un medio poderoso de fomentar el deseo de la rehabilitación, llevando el pensamiento más allá de su propia persona, y que le haga comprender más fácilmente cómo puede recuperar sus propios desvíos”.
En el extenso mensaje se detallaron las experiencias llevadas a cabo en la materia por Francia en Nueva Caledonia y Argelia, y por Inglaterra en Australia. “Alguien pudiera tachar de ineficaz el sistema aduciendo que la mala fama de los criminales detendría a los particulares que se inclinaran a emprender trabajos en las cercanías del Establecimiento. Esta misma preocupación pudo desprestigiar la manera de colonizar Australia, y sin embargo, ella no influyó cuando pudo influir, y la Inglaterra vio en la década de 1840 a 1850 producirse una corriente de inmigración libre de 126.937 colonos, que contribuyeron a la formación de pueblos florecientes en lugares que contenían miles de penados”.
De esta manera, se pregonaba la idea fuerza de transformar a Tierra del Fuego en una réplica de lo ocurrido en Australia.
