ste día, parte de Guadalquivir la expedición comandada por Simón de Alcazaba con la misión de alcanzar el estrecho de Magallanes. Estaba compuesta por dos navíos: Madre de Dios y San Pedro.
Poco antes, había fracasado una tercera expedición al mando de Sebastian Cabot, quien sólo pudo llegar hasta el Río de la Plata.
El rey Carlos I de España, con el fin de estimular el afán de descubrimiento, había dividido Sudamérica en cuatro provincias. La más austral fue confiada al portugués Alcazaba, que estaba a su servicio.
Alcazaba encontró el estrecho en enero de 1535. Pudo hallar la cruz erigida por Hernando de Magallanes y también los despojos de la expedición de Francisco García Jofré de Loaysa. Luego, avanzó por el estrecho hasta llegar a tierra alakaluf, donde se encontró con algunos de los miembros de esa etnia.
Al regresar a la costa atlántica, intentó una expedición por tierra. Pero las condiciones de subsistencia habían empeorado notablemente y comenzó una hambruna, que derivó en un sangriento motín y en el asesinato de Alcazaba. La rebelión produjo otras ochenta muertes.
Los sobrevivientes emprendieron el viaje hacia el norte, llegando a Brasil en busca de refugio. Según las crónicas de la época, "después de haber devorado los cueros que forraban las vergas", como muestra de los padecimientos sufridos.
El trágico fin de la tercera expedición española que logró penetrar el estrecho de Magallanes, generó la postergación de las tentativas de avanzar en el conocimiento y ocupación efectiva de esos territorios, limitándose a utilizar la vía austral para trasladar hacia Europa las riquezas americanas, al considerarse preferible el transporte desde Perú a la difícil travesía terrestre por Panamá.
Debieron pasar cinco años para que se concrete una nueva iniciativa. Alonzo de Camargo partió con tres navíos y, en enero de 1540, ingresó al estrecho, pero no pudo pasar de la primera angostura. La nave capitana quedó inutilizada y el resto fue rechazado hacia la costa oriental de Tierra del Fuego, llegando hasta la isla de los Estados. Allí, un barco decidió regresar a España. Con el otro navío, Alonzo de Camargo reingresó al estrecho y llegó hasta el Perú, avanzando en el conocimiento de la navegación costera hacia Lima.
El año siguiente, Pedro de Valdivia repitió el camino y se estableció en Santiago de Chile.
