ste día, se produce el primer vuelo regular de la empresa Aeroposta Argentina hacia la ciudad de Rio Grande.
La iniciativa se llevó a cabo en coincidencia con el octavo año de vida de la empresa francesa en nuestro país. El convenio firmado entonces con el gobierno argentino, le había abierto la posibilidad de transportar carga y correspondencia entre Buenos Aires y distintas ciudades argentinas y de países limítrofes. La compañía aérea habilitó rutas hacia Paraguay y Chile, pero, sobre todo, fue la gran precursora en la navegación por los cielos patagónicos.
A principios de 1935, la empresa había adquirido aeronaves que Air France tenía en desuso y que alguna vez habían pertenecido a la casa matriz de Aéropostale. Estas unidades permitieron la prolongación del servicio regular hasta la localidad del norte fueguino, completando el recorrido haciendo escalas en varias ciudades patagónicas.
El primer vuelo experimental a Río Grande se había realizado el 29 de diciembre de 1931, y estuvo a cargo de Rufino Luro Cambaceres. En febrero de 1933, Marcos Zar protagonizó el primer arribo de una unidad aeronaval.
La aproximación de los vuelos hacia Tierra del Fuego fue paulatina. En septiembre de 1928, Pedro Ficarelli y Alfredo Vitolo unieron en un vuelo Bahía Blanca con Comodoro Rivadavia, a bordo de un avión Laté 25. Unos meses después, se comenzó a construir la infraestructura para desarrollar las futuras escalas. Los vuelos experimentales estuvieron a cargo de Antoine de Saint Exupéry, Rufino Luro Cambaceres, Próspero Palazzo y Ricardo Gross.
Esas experiencias posibilitaron la inauguración de la línea Buenos Aires - Bahía Blanca - Comodoro Rivadavia, con escalas en San Antonio Oeste y Trelew, en 1929.
Luego de pasar por períodos de crisis y parálisis de sus actividades, el apoyo del estado permitió a Aeroposta Argentina reanudar los servicios y contemplar entonces la posibilidad de extender la ruta hasta Ushuaia.
En octubre de 1933, Rufino Luro Cambaceres hizo un vuelo de reconocimiento y promoción por la Patagonia, explicando a las autoridades y la población los beneficios del transporte aéreo, tanto para correo como para pasajeros, provocando que varias regiones del sur del país enviaran solicitudes a Buenos Aires para que la línea incluyera a sus ciudades como escalas.
