ste día, en el lugar conocido como Springhill, en la parte chilena de la isla Grande, la Corporación de Fomento de la Producción (CORFO) inicia la perforación del pozo denominado Número 1, que posibilitará la confirmación de la presencia de hidrocarburos en el subsuelo de la estancia Nueva Esperanza.
Fue decisiva la contratación de la empresa norteamericana United Geophysical Co. Inc. para “la realización de estudios geológicos y geofísicos, de acuerdo a las más avanzadas técnicas de la época. Entre las áreas exploradas por esta compañía estuvieron las zonas norte y centro – oriental de Tierra del Fuego, comarcas en donde los técnicos norteamericanos encontraron características que hacían recomendable la realización de sondajes exploratorios. Los lugares señalados fueron Springhill y San Sebastián” (Mateo Martinic B. La Tierra de los Fuegos).
Después de varios meses de perforación, el 28 de diciembre se pudo detectar “la presencia de huellas y olor de petróleo” y, el día siguiente, se “dio la orden de abrir la válvula” y “comenzó a fluir el primer chorro de petróleo”. El acontecimiento fue trascendente, dado que se trataba de la primera extracción de hidrocarburos en todo el territorio chileno. “El país se electrizó con la noticia del descubrimiento”.
El yacimiento fue bautizado Cerro Manantiales. Luego del impacto inicial, se llevó a cabo una tarea intensiva de perforación, llegando en cuatro años a contar con treinta pozos. “Luego comenzaron a sucederse los hallazgos y otros yacimientos: Angostura y Espora hacia el norte, Victoria Sur, hacia el meridión. Después Sombrero, Chañarcillo y Victoria Norte, campos situados al sur de Manantiales. Y cada yacimiento representaba a su tiempo una cantidad de nuevas obras complementarias y mayor actividad”.
Esta sucesión de logros llevó al estado chileno a crear, en 1950, la Empresa Nacional de Petróleo.
El desarrollo de la producción de hidrocarburos impulsó el desarrollo económico y la migración interna hacia la isla. Así, como una derivación de ese crecimiento, en 1965, surge la localidad de Cerro Sombrero.
Hasta la década del sesenta, todos los hidrocarburos extraídos por Chile provenían de Tierra del Fuego. Medio siglo después del descubrimiento, el 54 por ciento del petróleo y el 47,8 por ciento del gas chileno seguían estando originados en el subsuelo fueguino.
