Pide permiso para homenajear a su esposa en bahía Aguirre
El 17 de octubre de 1994

Pide permiso para homenajear a su esposa en bahía Aguirre

17/10/2016
E

n una carta, fechada este día, Pedro Ostoich se dirige al “Ministerio de Marina” solicitando la autorización para colocar una placa en bahía Aguirre en homenaje a su esposa, junto a quien residió en ese solitario y apartado lugar.
En el segundo párrafo de la misiva, escribió: “Le agradecería que tenga a bien dar curso al pedido, siendo el mayor anhelo rendirle homenaje a mi mujer que fue a compartir mi vida en esos destierros, y me dio cuatro hijos. A mis 88 años, con toda humildad y agradecimiento a este Ministerio, señalo que en 1950 el barco Patagonia con gente tan solitaria fue a cargar mis fardos de lana en Bahía Aguirre y Faro San Gonzalo para trasladarlo a Buenos Aires, siendo mi urgencia por venir una enfermedad de mi señora”.
Esta historia comenzó cuando después “de un largo deambular entre más de una veintena de estancias tanto chilenas como argentinas, Pedro Ostoich determinó que lo mejor era trabajar para él mismo. Entonces decidió trasladarse hacia las inmediaciones del faro San Gonzalo, localizado en la cercanía de la bahía Aguirre (…) Nada lo ataba; aún no tenía mujer y ya conocía por demás las tareas rurales” (Federico Ezequiel Gargiulo. Huellas de fuego).
Luego, conoció a su esposa, Duisa Ostoich, quien no tuvo inconvenientes en compartir la aventura de radicarse en ese lugar, “pues pensaba que si se había casado era para seguir a su marido donde fuera”.
“Más de ocho años estuvo el matrimonio en aquel paraje. Pedro se dedicaba al arreo de animales salvajes, “baguales”, y a la cría de algunos ovinos que él mismo había llevado. Mientras tanto, ella tejía, acomodaba el humilde rancho y se ocupaba del cuidado de los hijos”.
Finalmente, fue autorizado y Ostoich personalmente se dirigió a cumplir con el homenaje prometido en el faro San Gonzalo, en el sitio donde la isla se abre a las aguas y vientos polares.
La placa de bronce que colocó y continúa testimoniando esa historia pionera cargada de aislamiento y sacrificio, dice lo siguiente: “recordando la guapeza de la primera mujer blanca argentina, Duisa María Ostoich de Ostoich. Casada con el primer poblador, don Pedro Ostoich. Nacida en Rojas, provincia de Buenos Aires y fallecida a los 48 años en Villa Tesei, Morón, el 15 de diciembre del 68, padeciendo una larga enfermedad. Su esposo y cuatro hijos”.

Autor : Bernardo Veksler
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