ste día, se lleva a cabo una reunión entre Mónica Medina, representante de Estados Unidos ante la Comisión Ballenera Internacional (CBI), y altos funcionarios de la Agencia de Pesca de Japón (FAJ) para tratar las negociaciones en curso sobre las limitaciones en la captura de ballenas en aguas antárticas. El contenido de las conversaciones permaneció oculto hasta el 1° de enero de 2011, cuando el portal Wikileaks, de Julian Assange, divulgó un cable emitido, el 9 de noviembre de 2009, desde la embajada norteamericana en Tokio.
En el despacho se pudo apreciar la actitud conciliadora con la postura nipona, a pesar de los cuestionamientos públicos de Washington, y se reveló el intento mediador entre las restricciones impuestas por la CBI y las promesas de la FAJ de limitar en el futuro la captura de cetáceos. Medina dijo que a pesar de que “no hay cambio fundamental en la posición del Gobierno del Japón sobre la caza”, su gobierno está buscando “soluciones creativas para mover la CBI hacia adelante en lugar de un cambio fundamental” y agregó que se ha comprometido a encontrar una solución en los próximos dos a tres meses. También tomó como objetivo que la próxima reunión cumbre entre los gobernantes de ambos países se formule "el compromiso de ambas para encontrar una solución a la caza de ballenas” y que una declaración conjunta “sería una buena señal”.
Medina consideró que “las cuotas de captura es la cuestión pendiente más importante” y que en las últimas reuniones del CBI se había propugnado “una reducción general del número de capturas de todas las naciones balleneras durante un período de diez años, lo que ayudaría a asegurar la aprobación de Australia, Nueva Zelanda y el Reino Unido”. En ese sentido, “dada la historia de la investigación ballenera de Japón, y el aumento del número de cuotas en los últimos años, hay espacio para el Japón de reducir el número efectivo de ballenas cazadas”. Su postura fue la de lograr “una acción simbólica por el Japón, como comprometiéndose a no tomar rorcuales (cetáceos) este año, sería un buen indicador para el resto de la CBI”. De esa manera, Estados Unidos podría “trabajar duro para asegurarse de que la UE y Australia no bloquee un acuerdo”.
El cable también indicó la queja nipona por las acciones de los ambientalistas de Sea Shepherd que obstaculizan sus capturas.
